Dr. Gorgas: "Tarzán" de los mosquitos
Algunos historiadores opinan que sin la intervención de este médico estadounidense, el Canal de Panamá se habría terminado muchos años después de 1914 y con un saldo mayor de muertos.
Por: María Esther Mustafa
Esclusas de Gatún, Panamá (INPA) El grave problema del paludismo y la fiebre amarilla fue resuelto aquí por el doctor William C.Gorgas, aunque antes que él, otras eminencias científicas se esforzaron por eliminar esas enfermedades que condujeron al fracaso los intentos franceses de abrir unas vía interoceánica en este istmo y retardaron el logro final de los Estados Unidos.
Se explica que el paludismo es una enfermedad infecciosa producida por un protozoario parásito de los glóbulos rojos de la sangre, el hematozoario, y transmitida por el anofeles, mosquito que vive en las regiones cálidas y pantanosas, es decir, como las que debieron atravesar los trabajadores para esta obra tan difícil y costosa, de 80 kilómetros.
En cuanto a la fiebre amarilla, antes una enfermedad endémica en las Antillas y la América Central, que se caracteriza por vómitos negruzcos, atacó las brigadas de Ferdinand de Lesseps - que hizo construir el Canal de Suez en 1869-, con pérdidas de unas 22.000 vidas humanas y gastos por casi 300 millones de dólares, en diez años.
Los líderes de los Estados Unidos que se hicieron cargo de la idea, los peligros, los costos, los problemas, etc., coincidieron, desde el principio, que no se podrían unir las aguas de los océanos Atlántico y Pacífico si antes no se hacía "una limpieza general", para evitar otra mortandad u otro fiasco.
El presidente Theodore Roosevelt le escribió al jefe de la Comisión del Istmo para el canal:"Como usted sabe, considero que los problemas sanitarios e higiénicos en el istmo son los de mayor importancia, incluso antes de los relacionados con la ingenieria".
Se consideraron, entonces, varios nombres, hasta que se designó al coronel del Ejército William Crawford Gorgas para esa tarea ímproba. Contaba Gorgas en la fecha con casi medio siglo de edad y, desde la muerte de Walter Reed, en 1902, era conocido en los círculos médicos como la mayor autoridad en males tropicales. Debido a su grado, siguió ganando 4.000 dólares anuales.
Lógicamente, Gorgas sabía qué era lo primero que hacer en la nueva República de Panamá; repleta de culebras y arañas gigantes: atacar la fiebre amarilla, su especialidad, que podría producir pánico. En La Habana, en 1901, él la había exterminado tras descubrirse que el causante era el pequeño y silencioso mosquito identificado como Stegomyia fasciata, una de las 2,500 diferentes especies.
Y luego hubo de ocuparse de la malaria o paludismo, el azote de Asia, principalmente la India, en realidad, de todo el mundo, proveniente del parásito Plasmodium falciparum, descubierto por colegas europeos.
Gorgas, quien comandó el servicio médio de los Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial, murió en Londres, en 1920
INPA
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