LOS POCOS SURREALISTAS LATINOAMERICANOS
Sobrepasar lo real por medio de lo imaginario e irracional...
Por:Verónica Hamuy Salamanca, Coquimbo, Chile (INPA)
El surrealismo, que tuvo su base en Europa, tardó en llegar a la América hispana donde, de a poco, fue generando entusiastas seguidores, entre ellos nuestro pintor Roberto Matta, nacido en 1912 y creador de obras con tendencia abstracta.
Su colega cubano Wilfredo Lam vivió entre 1902 y 1982 e, influido por ese movimiento literario y artístico, plasmó una obra en la que reprodujo elementos oníricos, imaginativos y poéticos.
El surrealismo, impulsado por el esfuerzo para sobrepasar lo real por medio de lo imaginario e irracional, también contó con exponentes en México, Alberto Gironella, uno de ellos; y, en la Argentina, entre otros, Miguel Caride y Leonor Fini.
Están considerados como los precursores de este intento por expresar el pensamiento puro con exclusión de toda lógica o preocupación moral o estética, el poeta fracés Arturo Rimbaud - que escribió todas sus obras antes de los 20 años y después se convirtió en aventurero-, su compatriota Guillaume Apollinaire -, autor de "Alcoholes"-, y el escritor checo Franz Kafka, que nos dio "El proceso"y "La metamorfosis" y cuyos textos enfrentan al ser humano con situaciones rodeadas de absurdidad.
Hay coincidencia en que fue otro francés, André Breton, uno de los principales fundadores de la escuela surrealista. Este escritor y poeta, que falleció en 1966, fue el que, en 1924, a través de un manifiesto, le puso forma y seriedad al movimiento que luego iría sumando los siguientes nombres:
Pablo Picasso, Salvador Dalí, Joan Miro, Jorge De Chirico, René Magritte, Óscar Dominguez, Pablo Klee, Alberto Giacometti... Federico García Lorca, Rafael Alberti, Louis Aragon, Vicente Aleixandre, Max Ernst y Paul Eluard, autor de los poemas "A Guernica", "La vida inmediata" y "La libertad"... En cuanto a Eluard, este poema, "Liberté", lo escribió en París, en 1942, como un grito contra la Segunda Guerra Mundial y la ocupación de Francia a cargo de las tropas nazis de Adolf Hitler. La última estrofa dice: Y gracias al poder de una palabra, recomienzo mi vida, he nacido para conocerte, para nombrarte: LIBERTAD.
INPA
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