Tanto que hablaba y hablaba todo el díay los dueños estaban totalmente complacidos. El lorito era tan sagáz que le enseñaron como discar al teléfono. Y llamaba a uno y a otro y toda la familia estaba super feliz.
Pero lo dejaban solo y el loro también llamaba.
Y un día por aburrimiento discó cerca de 14 dígitos corridos y como le atendió alguien que hablaba español, un uruguayo, el lorito habló como media hora. A Australia!.
Cuando llega la factura de Teléfonos, el dueño de casa se quería morir. U$S 500 .
Y se fija en el día y en la hora y saca la conclusión de una sola: Este fue el loro.
Así que espera que la familia no esté, y lo agarra al loro y le dice de todo: Yo te voy a matar, loro de porquería, mirá lo que me hiciste!!!
Y el loro lo miraba con cara de recién bañado.
- No tenés vergüenza, todo te damos, todo!!! y me hacés esto!!!:
Y todavía si te mato, me van a decir de todo! Porque fui yo el que te trajo a ésta casa!!! Yo fui!!!. Yo te crucifico!!!.
Y va a su caja de herramientas y saca tres clavos. Y lo pone en la pared del comedor. Y ahí mismo le clava un clavo en cada ala y otro en las patitas.
Y ahí queda el loro, cabizbajo, pensando en la macana que había hecho.
Y levanta la cabeza y ve un crucifico.
Y empieza a chistarle: Chissst, Chisst, Chisttr. Hey tú, hey!!! INRI... HACE MUCHO QUE ESTÁS AHÍ???
y Cristo lo mira... y le dice ...si...más de dos mil años... Y el lorito le dice: Fahhh!!! y adonde llamaste vos???
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