Maten el Mensajero!

¡MATEN AL MENSAJERO!

Henry Giacomelli

Buenos Aires (INPA) Cerca de cuarenta millones de argentinos se están enterando de que las miserias que padece este tercer coloso latinoamericano - después de México y Brasil-, desde el derrocamiento de Juan Domingo Perón, hace más de medio siglo, se deben a uno de los sectores que, sin embargo, más sufrió los embates de las dictaduras militares, gobiernos corruptos y mandatarios ineptos: el periodismo.

El presidente Néstor Kirchner y su esposa, la senadora Cristina Fernández, encabezan las críticas, acusaciones e improperios contra los medios y los trabajadores de prensa. En una declaración que se publicó en la primera página del matutino La Nación, el gobernante, que espera ser reelecto en 2007, aseguro sobre ellos: "¡Me dan pena!".

El diputado oficialista, Rafael Bielsa, ex ministro de Relaciones Exteriores, manifestó, por su parte, en el Congreso Nacional, que "si bien no son buenas las generalizaciones, cooincido con el Presidente en que hay periodistas que deberían formarse más".

Es el diario La Nación el que está recibiendo más azotes del trío citado, lo que hizo recordar de inmediato, a la población, un episodio similar entre Perón y el matutino La Prensa, que terminó cerrada, su edificio en la Avenida de Mayo ( a metros de la Casa Rosada), confiscado. Se consideró a éste uno de los actos más impopulares del caudillo justicialista, que pagó caro sus errores, y que los trató de enmendar luego de un exilio de 18 años, en su tercera y corta tercera presidencia. La Nación fue fundada por el presidente Bartolomé Mitre, que también fue militar y escritor.

Agregó La Nación: "En medio de la serie de reformas institucionales polémicas impulsadas por el gobierno, el presidente Néstor Kirchner lanzó una de sus más duras ofensivas contra la prensa: acusó a los periodistas de moverse en forma corporativa, de actuar como lobbistas, de no tener autocrítica y de estar mal preparados. Lo resumió con una frase teatral: "¡Qué pena me dan!".

Señaló el columnista político de La Nación, Joaquín Morales Solá: "Definitivamente, los Kirchner quieren un periodismo tal como ellos lo conciben: obsecuente del poder. A dos años y medio de gobierno, el presidente no cambió el modelo de Santa Cruz en su concepción de amigos y enemigos. El periodismo independiente a pasado a ser enemigo". El diario se ocupó recientemente, y cuando Kirchner fue gobernador de esa provincia patagónica, de un oscuro depósito que hizo en Suiza de más de 500 millones de dólares, para preservarlos, dijo, de derrumbes económicos. Aún no hay total certeza de que las nuevas autoridades de Río Gallegos los repatriaron.

El senador de la Unión Cívica Radical de Mendoza, y jefe del bloque, Ernesto Sanz, dijo por su parte: "El oficicialismo se cree dueño de la verdad, que estamos en el 45 y que ella (por Cristina Fernández de Kirchner), es Evita y su marido es Perón y que La Nación es La Prensa, pero los poderosos de hoy no tienen doble apellido: son empresarios amigos del poder y sindicalistas, que también son todos empresarios...".

Desde Washington DC llegó un crítico informe de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en el que dice sobre la Argentina que "hubo un alto número de agresiones y amenazas contra los periodistas, provenientes en buena parte de funcionarios públicos..".

El diputado Mauricio Macri, líder del partido Compromiso para el Cambio y actual presidente del popular club Boca Juniors, señaló que "el gobierno mantiene su ataque sistemático y constante a todas las instuituciones, a la Iglesia, a los militares, a la oposición o a la prensa en los temas en que éstas opinan dife rente". Y añadió: "Se confunde el gobierno cuando pone la energía en cuestionar a los medios de comunicación o a la oposición, en vez de solucionar los grandes problemas del país".

Como es de conocimiento mundial, entre ellos se hallan la deuda externa de más de 120.000 millones de dólares; la desocupación que supera el 10%; la pobreza que afecta a casi la mitad del país; los niños y ancianos desprotegidos; los jubilados y pensionados que no llegan a fin de mes con sus sueldos; la inseguridad pública; el avance de las drogas prohibidas; la delincuencia armada y la incertidumnbre ante un futuro que vuelve a mostrar nubarrones antidemocráticos, vaivén recurrente que se remonta a 1930, cuando comenzó lo que se calificó como el inicio del quiebre de la República.

INPA