Latinomérica: de moda para los turistas
Por: María Rodolfi
Punta del Este, Uruguay (INPA) Los turistas estadounidenses que durante el siglo XX optaron por Europa - e, incluso Asia-, ahora incrementaron sus viajes a la América Latina, según se desprende de las cifras aportadas por diversos gobiernos y agencias de viaje, al comenzar el año 2008.
El cambio de eleccion se produjo debido a la eliminación de antiguos prejuicios, a mejores tipos de cambio, una modernizada oferta hotelera y a la variedad de atractivos que brinda ese grupo de países, añadieron las fuentes.
En este continente, midiéndolo desde México lal Cabo de Hornos, podrían caber juntos Estados Unidos y Canadá (y algo más), lo que da una idea de las distancias a recorrer, por ejemplo, entre ciudades tan distintas como Acapulco y La Paz, Caracas y Santos (de donde saliò el campeonísimo "Pelé) , Quito y Asunción, o Bogotá y Río de Janeiro, la "Reina del Carnaval".
Selvas, playas, cataratas, cerros, catedrales, pirámides, desiertos, plazas de toros, festivales cinematográficos, enormes estadios de futbol, teatros, casinos, edificaciones pre-hispánicas, gigantescos molinos de viento, aeropuertos seguros, canchas de ski, ballenas, pingüinos, comidas, música y acentos que cambian en cada frontera, son algunas de las atracciones para los viajeros que llegan del norte y se sorprenden de poder usar el inglés en países donde predominan el español y el portugues. ¡E incluso dialectos!
Y llegan de a miles. A principios de enero, por ejemplo, cinco cruceros, cada uno midiendo casi 300 metros de eslora y 50 de manga, arribaron el mismo dia a la "Terminal Benito Quinquela Martín", de Buenos Aires y las autoridades debieron atender, al mismo tiempo, a no menos de 10.000 pasajeros atraídos por la llamada "Reina del Plata".
En Perú, por ejemplo, además de Lima, es imperioso conocer Cuzco y las cercanas ruinas de Machu Pichu, la fortaleza de los incas descubierta,en 1911), por el explorador estadounidense Hiram Bingham.
En la frontera argentino-brasileña están las Cataratas del Iguazú, con su medio centenar de saltos y la atemorizante "Garganta del Diablo", donde se filmó "La misión", con Robert De Niro quien, en la ficciòn, cae por ella, amarrado a una cruz.
Sería imperdonable, además, ir a Bolivia y no conocer (¡y navegar!) por el Lago Titicaca, el más alto del mundo, con habitantes que, rara vez, tocan la tierra.
A los cerros Santa Lucía y San Cristobal de Santiago de Chile, los museos del Libertador Simón Bolívar en Caracas, las arenas de Costa Rica, las olas de este balneario, se suman cada año nuevos puntos de interés en Bogotá, Quito, San Pablo, Montevideo, México y Brasilia.
Nuevos hoteles en Chile, Argentina, Venezuela, Colombia, etc., ya se terminaron, mientras otros se construyen - con todos los adelantos del siglo XXI-, en Perú, Ecuador, Bolivia y Brasil.
No obstante, en un conglomerado de naciones pacíficas donde hoy reina la democracia, los visitantes de Estados Unidos aún encontrarán pobres en las calles de La Paz, Bogotá y hasta en la sofisticada Buenos Aires, la "Capital del Tango".
Pero, seguramente, recordarán que ellos, pese a su progreso, tampoco pudieron eliminarlos en Nueva York, Los Ángeles o el mismo Washington DC., el corazón mismo de la máxima potencia mundial.
¡Y que si fueran a Europa...también los verían! (INPA)
Subscrever Pravda Telegram channel, Facebook, Twitter