El llegar a ese largo país de Chile después de un gran recorrido por orillas del continente americano, viendo a lo lejos desde el cielo ecuatoriano las Islas Galápagos vamos pasando Perú y ya se alcanza a divisar en el Pacífico las corrientes de Humbolt, que se va abriendo paso entre la Cordillera de los Andes su capital: Santiago de Chile, con un impresionante crecimiento económico y construcciones de edificios inteligentes, compitiendo con los de cualquier capital de primer órden, y luego contactar con su gente culta, delicada en su hablar y sentir con esa mezcla de sangre Mapuche, Oona y europea.
Una de las comunas de la capital más interesantes en historia es la de Providencia, que ofrece en sus recorridos la visita de la Casa de la Chascona e inmediatamente viene a mi mente, uno de los poetas más importantes de la literatura castellana que han tocado con la mayor delicadeza el sentimiento humano, un hombre que vivió su tiempo y su momento, que hizo historia al ser laureado con el Premio Nóbel de Literatura en 1971. Y éste es, precisamente, Pablo Neruda, quién le cantó a Chile, a España en Plena Guerra Civil, a la cebolla, a la sal, a la sandía, al sol, al mar, a los calcetines, a la tortuga..y a tantos más...pero sobre todo al amor..y si no..miremos:
La primera esposa de Neruda fue María Antonieta Hagenaar, la segunda; Delia del Carril, y la tercera y definitiva: María Matilde Urrutia Cerda. Matilde fue sin duda, la musa inspiradora de los versos de amor más conmovedores y apasionados que la exhuberante pluma de Neruda rubricó para siempre. ¿Quién no se ha estremecido al leer el melancólico y quizás por eso tan hermoso poema 20 de; "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" ? Magnífica lírica la de Neruda.
A Matilde Urrutia; la "Chascona de Chillán", "el amor de otoño" de Neruda, su misteriosa "Rosario de la Cerda" en los "Versos del Capitán", su "diadema", la bien amada de los "Cien Sonetos de Amor", Neruda le dice con modestia que su inspiración emana sólo de ella, y que sus versos no existirían si no fuera por su mágica presencia. Dedicándole lo que le escribió en "Cien sonetos de amor".
Así en una de las laderas del Cerro San Cristóbal, específicamente en la pequeña calle Fernando Márquez de la Plata 0192 en el Barrio Bellavista, se encuentra una de las casas más conocidas de Pablo Neruda. Se llama "La Chascona" en honor a Matilde Urrutia, su esposa.
Fue en 1953 cuando Pablo Neruda inició la construcción de esta casa al fondo del callejón. El resultado: un jardín al aire libre donde dos escaleras conducen al living, puertas, pasillos secretos, habitaciones, un comedor adornado con cuadros de naturaleza muerta, su valiosa biblioteca, el bar hecho de madera de un barco francés y otros tantos rincones, como ese viejo reloj baleado que aún subsiste de pié como mudo testigo de la intromisión de los militares.
Aquí el poeta dejó un mundo de fantasía y magia, lleno de objetos únicos recolectados durante su vida. Su obsesión por el mar no lo dejó ni por un momento. La decoración asemeja a un barco: ventanas, faroles, muebles, mascarones de proa, caracolas marinas, cajas de música, jarrones, billetes y monedas. Ese rostro bicéfalo de La Chascona pintado por Diego Rivera. Todos elementos que inspiraron su obra. Decía Neruda; "no soy coleccionista...soy cosista", por su afición a coleccionar cualquier cosa.
La Fundación Neruda es quien se hace cargo de que aún subsista esta magia y que podemos visitar y retroceder en el tiempo.
Decía Neftalí Ricardo Reyes Basoalto:
"N. Nosotros E. Estamos R. Rodeados U. Unicamente D. De A. Agua". (INPA)
Eva Laura Castilleja INPA
*La doctora mexicana Eva Laura Castilleja es psicóloga y escribe artículos especiales para INPA - INformaciones PAnamericanas (www.inpa.com.ar)
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