La revolución rusa de octubre de 1917
En 1916, Vladimir Lenin, exiliado en Zurich, Suiza, escribió "El imperialismo, fase superior del capitalismo".
Por Ruiz Pereyra Faget
Sus tesis principales, que actualizaron la teoría marxista, son cuatro: 1) la economía de la libre competencia, ha dado paso a la economía monopolista; 2) el capital financiero ha pasado a dominar al capital productivo; 3) el capitalismo tiene un desarrollo desigual; 4) los imperialismos han completado el reparto territorial del mundo. Las guerras son inevitables.
De estas tesis principales, derivan otras tesis económicas y políticas importantes; a) Han surgido los "Estados rentistas" que se enriquecen con las ganancias de sus bancos en el extranjero; b) los eslabones de la cadena imperialista no son todos fuertes; c) los imperialismos frenarán el desarrollo industrial de los países capitalistas menos desarrollados.
A los efectos de este artículo, me interesa la sub tesis "b", ya que Lenin considera a Rusia el "Eslabón más débil de la cadena imperialista", y esto explica la estrategia y táctica del Partido Bolchevique, en 1917.
El régimen zarista era un resabio medieval donde 28 mil terratenientes poseían , 70 millones de hectáreas que trabajaban campesinos en un sistema esclavista ligado al poder, al que se agregaba la corrupción de la Corte y la nefasta influencia en la Zarina Alejandra del "monje" Rasputín. La población era de 123 millones de habitantes; el 80% campesinos y 2 millones de obreros fabriles.
La industria rusa era inferior a la alemana y era imposible mantener una guerra más de dos años; la producción básica era agraria y el ejército, en su mayoría estaba formado por campesinos que eran, como he indicado, la mayoría de la población.
A dos años y medio del inicio de la guerra, el ejército ruso empezó a sentir la falta de pertrechos y alimentos. Llegaron las derrotas y los motines. La hambruna se extendió por las ciudades; como en 1905, se formaron soviets (Consejos de obreros y campesinos) en las principales ciudades y estallaron manifestaciones reclamando la paz, la instauración de la República, la reforma agraria y la convocatoria de una Constituyente.
A comienzos de marzo, abdicó el Zar Nicolás II, a favor de su hermano menor, el Archiduque Miguel Romanov, que asumió el 15 pero renunció el día siguiente, al no contar con el apoyo del Gobierno Provisonal, presidido por el Príncipe Lvov e integrado por monárquicos, liberales republicanos y como Ministro de Justicia, el social revolucionario, Alexander Kerenski, al que pronto se agregaron los mencheviques. El nuevo gobierno decidió continuar la guerra, prometiendo la convocatoria de una Asamblea Constituyente al término de la guerra.
Los soviets de las distintas ciudades eligieron un Soviet Central de Diputados, en Petrogrado (nuevo nombre de San Petersburgo), para que defendiera sus reivindicaciones, en primer lugar, la paz, que era un clamor general.
Predominaba en ellos la influencia ideológica de los mencheviques que apoyaban, con vacilaciones, la línea política del Gobierno Provisional.
El 16 de abril, regresó Lenin de Suiza y el 17 habló ante el Soviet, exponiendo la posición bolchevique sobre la situación política. El poder debía ser asumido por el Soviet ("TESIS DE ABRIL"), con el programa siguiente:
Los bolcheviques lanzaron las consignas: "Todo el poder a los Soviets" y "Paz, tierra y pan".
El 19 de mayo, el social revolucionario, Alexander Kerenski (1881, Simbirsk; 1970, Nueva York), asumió como Ministro de Defensa, convirtiéndose en la figura dominante del Gobierno Provisional de coalición, que seguía presidido por el Príncipe Lvov, y anunció una contraofensiva que fue un fracaso.
En julio, estallaron grandes manifestaciones en Petrogrado y los días 16 y 17 se sumaron marinos de la guarnición naval de Cronstadt. La gran Avenida Nevski fue testigo de una multitudinaria protesta exigiendo la paz, que el gobierno reprimió con violencia, ametrallando a la multitud y causando centenares de muertos. La facción bolchevique fue perseguida y su Comité Central dispuso el ocultamiento de Lenin en Finlandia, cuya detención había ordenado el gobierno.
El 5 de agosto, Kerenski asumió la presidencia del Gobierno Provisional integrado, en su mayoría por mencheviques y social revolucionarios.
El 7 de setiembre, el general monárquico, Lavi Kornílov, jefe de la Guarnición Militar de Petrogrado, intentó un Golpe de Estado para restaurar el zarismo. Mencheviques, bolcheviques y los marinos de Cronstadt, enfrentaron en las clalles la "korniloviada" y el día 13 aplastaron el golpismo.
Lenin regresó del exilio para organizar la insurrección. La suerte del gobierno, muy debilitado, estaba sellada.
El periodista estadounidense, John Reed, notable testigo de los acontecimientos, escribe en su libro "Diez días que estremecieron al mundo":
"Hacia finales de septiembre de 1917, vino a verme en Petrogrado un profesor de sociología extranjero que visitaba Rusia. Algunos intelectuales y hombres de negocios le habían dicho que la revolución estaba declinando. Después de expresar esta opinión en un artículo, se dedicó a recorrer el país, visitando algunas ciudades industriales y «comunas» campesinas, donde, con gran asombro suyo, creyó percibir que la revolución iba desarrollándose. Corrientemente, escuchaba entre los trabajadores de las ciudades y del campo la consigna de reivindicar «la tierra para los campesinos, las fábricas para los obreros». Si el profesor hubiese visitado el frente, habría comprobado que el ejército entero no hablaba más que de paz".
"El profesor sentía gran desconcierto: se había equivocado. Las dos observaciones eran exactas: las clases poseedoras se hacían cada vez más conservadoras; las masas populares, cada vez más radicales".
"Para los intelectuales y los hombres de negocios, la revolución había ido ya bastante lejos y comenzaba a durar demasiado; era tiempo de que todo volviese al orden. Compartían este sentimiento los grupos socialistas «moderados», los oborontsi (Defensores de la guerra), los mencheviques recalcitrantes y los socialrevolucionarios, que sostenían al Gobierno Provisional de Kerenski".
"El 14 de octubre, el órgano oficial de los socialistas «moderados» (Izvestia del Tsík -«Las Noticias del Tsík») decía lo siguiente:
"El drama de la revolución tiene dos actos: la destrucción del antiguo régimen y la instauración del nuevo. El primer acto ha durado ya bastante. Es hora ya de pasar al segundo y de representarlo también lo más rápidamente posible. Como ha dicho un gran revolucionario: «Apresurémonos, amigos, a terminar la revolución; aquel que la prolongue demasiado no cosechará los frutos...»
"Pero las masas obreras y los campesinos se resistían obstinados a creer que el primer acto hubiese terminado. En el frente, los Comités del Ejército tenían que luchar constantemente con los oficiales, los cuales no podían habituarse a tratar a sus hombres como a seres humanos. En la retaguardia se perseguía a los comités agrarios elegidos por los campesinos, porque trataban de aplicar los reglamentos oficiales concernientes a la tierra. En las fábricas, los obreros se veían obligados a luchar contra las listas negras y el lock-out. Más aún: a los exiliados políticos, que acababan de regresar, se les desterraba de nuevo como «indeseables», y se llegó incluso a perseguir y encarcelar, en sus aldeas, a hombres que habían regresado del extranjero, por actos revolucionarios cometidos en 1905".
(Capítulo I: Los orígenes").
En octubre, los bolcheviques alcanzaron la mayoría en el Soviet elde Diputados de Petrogrado y el 25 -por el Calendario Juliano vigente en Rusia; 7 de noviembre, por el Calendario Gregoriano, vigente en Occidente-, cayó en manos de los revolucionarios, el Palacio de Invierno, sede del Gobierno Provisional. Kerenski habia huido anteriormente, asilándose en la Embajada de Estados Unidos.
El Congreso del Soviet de Petrogrado se reunió de inmediato. John Reed narra el ingreso de Lenin a la histórica asamblea:
"Eran las ocho y cuarenta exactamente cuando una tempestad de aclamaciones anunció la entrada del Buró, con Lenin, el gran Lenin. Era hombre de baja estatura, fornido, la gran cabeza redonda y calva hundida en los hombros, ojos pequeños, nariz roma, boca grande y generosa, el mentón pesado. Estaba completamente afeitado, pero ya su barba, tan conocida antaño, y que ahora sería eterna, comenzaba a erizar sus facciones. Su chaqueta estaba raída, los pantalones eran demasiado largos para él. Aunque no se prestaba mucho, físicamente, para ser el ídolo de las multitudes, fue querido y venerado como pocos jefes en el curso de la historia. Un extraño jefe popular, que lo era solamente por la potencia del espíritu. Sin brillo, sin humor, intransigente y frío, sin ninguna particularidad pintoresca, pero con el poder de explicar ideas profundas en términos sencillos, de analizar concretamente las situaciones, y dueño de la mayor audacia intelectual".
"Kaménev dio lectura al informe sobre la actividad del Comité Militar Revolucionario: abolición de la pena de muerte en el ejército, restauración de la libertad de propaganda, liberación de los oficiales y soldados detenidos por delitos políticos, orden de detener a Kerenski y confiscación de las existencias de víveres de los almacenes privados. Estallaron frenéticos aplausos".
(A continuación se sucedieron varios oradores. Reed menciona, entre otras la intervención del orador del Bund (partido socialista judío), que expresa: "la actitud intransigente de los bolcheviques significaba el aplastamiento de la revolución; por lo tanto, los delegados del Bund se veían en la obligación de no seguir participando en el Congreso". Gritos en la sala: "Pensábamos que os habíais marchado desde ayer. ¿Cuántas veces contáis marcharos todavía de ese modo?"
Sigue Reed: "En seguida, le tocó el turno al representante de los mencheviques internacionalistas. "Cómo, ¿todavía estáis aquí?" El orador explicó que solamente parte de los menchenviques internacionalistas había abandonado el Congreso; los otros habían decidido quedarse.
"-Nosotros estimamos peligrosa, quizá incluso fatal para la revolución, la entrega del poder a los Soviets (Interrupciones.) Pero consideramos que es nuestro deber permanecer en el Congreso y votar en contra".
"Finalmente -agrega Reed-, Lenin se puso en pie. Manteniéndose en el borde de la tribuna, paseó sobre los asistentes sus ojillos semicerrados, aparentemente insensible a la inmensa ovación, que se prolongó durante varios minutos. Cuando ésta hubo terminado, dijo simplemente:
-Ahora procederemos a la edificación del orden socialista. Nuevamente se produjo en la sala un fuerte rugido humano.
-En primer lugar, es preciso adoptar medidas prácticas para la consecución de la paz. . Ofreceremos la paz a todos los pueblos de los países beligerantes sobre la base de las condiciones soviéticas: nada de anexiones, nada de indemnizaciones, derecho de los pueblos a determinar su propia existencia. Al mismo tiempo, de acuerdo con lo que hemos prometido, haremos públicos y denunciaremos todos los tratados secretos... La cuestión de la guerra y la paz es tan clara que creo poder dar lectura, sin más preámbulo, a un proyecto de proclama a los pueblos de todos los países beligerantes. . ."). (Lee la proclama)
(...)
El Soviet de Diputados asumió el
gobierno y en la madrugada designó al nuevo gobierno: Lenin Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo; para los ministerios, fueron designados: Negocios Extranjeros, Uritski y Trotzki; para el del Interior y Justicia, Rykov; para el de Trabajo, Chliapnikov; Hacienda, Menjinski; Asistencia Pública, Alejandra Kollontai; Comercio, Industria y Comunicaciones, Riazánov; Marina, el marinero Korbir; Correos y Telégrafos, Spiro; los Teatros, Muraviov; Imprenta Nacional, Derbychev; para la ciudad de Petrogrado, el teniente Nestérov; para el frente Norte, Pozern .
A continuación, el Congreso emitió la siguiente Declaración:
"DECLARACIÓN DEL II CONGRESO
DE LOS SOVIETS DE DIPUTADOS:
26 de octubre de 1917
Hora 5 de la mañana.
Obreros, Soldados, Campesinos:
El Gobierno Provisional ha sido derrocado; la mayor parte de sus miembros están arrestados. Apoyándose en la voluntad de la inmensa mayoría de los obreros, soldados y campesinos y en la victoria de los obreros y la guarnición de Petrogrado, el Congreso toma en sus manos el poder".
"El poder soviético propondrá una paz democrática inmediata a todas las naciones y un armisticio inmediato en todos los frentes. Procederá a entregar a los comités campesinos los bienes de los terratenientes, de la Corona y de la Iglesia. Defenderá los derechos de los soldados y llevará a cabo la total democratización del ejército. Implantará el control obrero sobre la producción, asegurará la convocatoria de la Asamblea Constituyente en la fecha fijada, tomará todas las medidas necesarias para abastecer de pan a las ciudades y a los pueblos de géneros alimenticios de primera necesidad. Asegurará a todas las nacionalidades que vivan en Rusia el derecho absoluto" a disponer de su propia existencia".
"El Congreso decide que el ejercicio de todo el poder en las provincias sea conferido a los Soviets de Diputados obreros, campesinos y soldados, quienes deberán asegurar una disciplina revolucionaria perfecta".
"El Congreso hace un llamamiento a la vigilancia y firmeza de los soldados en las trincheras. El Congreso de los Soviets está persuadido de que el ejército revolucionario sabrá defender la Revolución contra los ataques imperialistas, hasta que el nuevo gobierno haya podido concertar la paz democrática que va a proponer directamente a todos los pueblos. El nuevo gobierno tomará las medidas necesarias para cubrir todas las necesidades del ejército revolucionario, mediante una política firme de requisa e imposición a las clases poseedoras, para mejorar la situación de las familias de los soldados".
(...)
Las acciones del gobierno revolucionario del Soviet de Petrogrado, tuvieron esta secuencia:
8 de noviembre - DECRETOS SOBRE LA TIERRA Y LA PAZ.
10-noviembre-- Decretos sobre la prensa. Creación de
la milicia obrera.
14-noviembre-- Decretos sobre las empresas
Industriales y las nacionalidades.
15-noviembre-- Triunfo de la insurrección en Moscú,
después de una semana de combates.
26-noviembre-- Demanda oficial de arministicio a los
Imperios Centrales.
30-noviembre-- Creación de la República Socialista
Federativa Rusa de los Soviets.
3-diciembre-- Apertura de las negociaciones de
Brest-Litovsk. León Trotski.
14-diciembre-- Nacionalización de los bancos y
Consejo Superior de la Economía
Nacional.
1918
28-enero-- Creación del Ejército Rojo. Repudio de
la Deuda Pública y los Empréstitos.
3-Marzo-- Firma de la paz de Brest-Litovsk.
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Fuentes:
John Reed: "Diez días que estremecieron al mundo", Capítulos I y V.
https://www.marxists.org/espanol/reed/diezdias/capitulo_5.htm
Revista "Historia"
Hors série 8: "1917-1967, Cinquante ans d'historie de Russie".
Directeur: Christian Melchior-Bonnet. Paris, 1967.
"D'ou venait ce Lénine que allait bouleverser le monde?" (Nina Goufrankel).
("¿Quién era ese Lenin que iba a cambiar el mundo?"
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