A LA VISTA, SE RECUERDA A UN GANADOR GRANDE
Carol Reed
Por: Elsa Mueller
En vísperas de la entrega número 79 de los codiciados Oscar, el próximo domingo 25 de febrero, se recuerda a un realizador que, apenas con "El tercer hombre", habría quedado en los anales de la cinematografía mundial como uno de los grandes directores; pero, con esa enorme producción, no ganó estatuillas, aunque sí en 1968, cuando nos regaló "Oliver!", la que ganó cinco premios.
Londres (INPA) "¡Yo no tuve nada que ver !", repetía, en forma socarrona, el enorme Orson Welles, cada vez que le preguntaban sobre la fórmula del éxito que fue, y es, el film "El tercer hombre", que dirigió con maestría Carol Reed, realizador que nació en esta ciudad, hace poco más de un siglo y que falleció hace treinta años.
"El tercer hombre", protagonizada por Joseph Cotten, Alida Valli, Trevor Howard y Welles, que como el escurridizo "Harry Lime", aparece tarde, pero en forma impactante, nació de la imaginación de Graham Greene, el novelista inglés autor de "El poder y la gloria", "El factor humano", "Un americano impasible", etc.
Materia obligada de los estudiantes de cine y parte importante de las programaciones anuales de los "Cine Club" del mundo, "El tercer hombre" transcurre en la Viena destruída luego de la Segunda Guerra Mundial; rodeado siempre por la inolvidable música de cuerdas de Anton Karas, cuyo "leit motiv" gozó de millares de interpretaciones y grabaciones en numerosos países.
Aún hoy es admirada - y estudiada con cuidado-, la fotografía de Robert Krasker que, siguiendo las instrucciones del pérfecto artesano que era Reed, adaptó un blanquinegro de cuño expresionista; el que halló su máxima altura en la escapada de Welles-Lime por las cloacas de la capital austríaca, tras asombrarnos con la "resurrección" del muerto, cuyos zapatos lame un gato cariñoso y, seguramente, muy amigo, del cínico contrabandista que morirá en una alcantarilla, en una forma que ningún aficionado al cine olvida.
Cuesta imaginar que el irreverente y genial Welles, en sus largas conversaciones con Reed, antes y durante la filmación, no le haya "vendido" algunas de sus ideas estrenadas en su formidable y hasta ahora no superado "El ciudadano" (Citizen Kane), principalmente la distorsión de imágenes con angulaciones raras.
Y hay algunas nimiedades, como el diálogo Cotten-Welles, allá arriba, en un vagón de la rueda gigante, relacionado con los relojes "cucú", de Suiza; o cuando Lime-Welles arroja su sombrero para escapar mejor por los fétidos subterráneos; o el vendedor de globos que casi arruina la captura del fugitivo; o las escenas de la partida del tren de la Valli, que no se produce; en fin, ahí hubo creadores de fuste que estaban en la cúspide de la ola, justo antes de que finalizara la sangrienta y conflictiva primera mitad del siglo XX.
Justo es reconocer que aunque el públicó identificó siempre a "El tercer hombre" con Welles, Reed también le dio preeminencia al papel de Cotten, es decir, un mediocre escritor de novelas de cowboys que cruza el Atlántico para investigar la muerte de su amigo Lime....¡y termina matándolo a tiros en la tapa-reja infranqueable del albañal!
Otros títulos de Carol Reed son "Larga es la noche", con el gran James "Rommel" Mason como un revolucionario irlandés; "El ídolo caído"; "El desterrado de las islas", "Nuestro hombre en La Habana"; "Trapecio", con Burt Lancaster y Tony Curtis"; "La llave" y otros, como "Follow me", el último, estrenado en 1972.
INPASubscrever Pravda Telegram channel, Facebook, Twitter