KIRCHNER DECIDE CONTRA EL PUEBLO

Paran, marchan y se movilizan en casi toda la geografía nacional. Los desocupados, por su parte, continúan con un plan de lucha para enfrentar la eliminación de planes sociales, reclamar más subsidios y un aumento de los miserables 150 pesos mensuales que reciben. La crisis energética, trae como regalo un aumento tarifario encubierto detrás de un discurso de supuestos premios y castigos. En el que los premiados y castigados son los mismos de siempre: las empresas ganan, el pueblo trabajador pierde.

El ministro Lavagna se prepara para ceder al reclamo de los acreedores privados de la deuda externa. Por lo que la maldita deuda volverá a los niveles que tenía en el 2001. Y como nos indica la experiencia, pagar semejante acuerdo significa directamente profundizar la situación de miseria y hambre de la mayoría de la población.

Pero no es todo. Los ministros Bielsa (Canciller) y Pampuro (Defensa), van al Congreso a “convencer” a los diputados y senadores de los partidos tradicionales de las bondades que significa enviar tropas a Haití. Cumpliendo así un reclamo de Bush, que ya tiene bastante con la catástrofe que sus fuerzas armadas están sufriendo en Irak. A caballo de esta situación, la popularidad del presidente Kirchner descendió un 15% en el último mes (La Nación, 1-06-04, Catterberg y Asociados), continuando con un desgaste que ya puede medirse en la calle.

Los problemas para el gobierno no se agotan aquí. La pelea con los gobernadores del PJ tiene una expresión en la Coparticipación Federal, otra exigencia del FMI. Lo mismo que los cruces mediáticos de Solá, el gobernador de la provincia de Buenos Aires con los ministros del Presidente, responde a una necesidad, la provincia más importante del país es, quizás, la que sufre mas fuerte la lucha de los trabajadores estatales. En la medida que los enfrentamientos con Kirchner se desarrollan en el PJ y no avanza la política de “transversalidad” impulsada desde la Casa Rosada, los opositores de Centroizquierda como Carrió o de Derecha como Macri y López Murphy le pegan al gobierno, cada cual desde su ángulo.

Carrió con denuncias de corrupción y la derecha exigiendo más velocidad para la entrega que se está concretando. Ni Carrió ni, por supuesto, la derecha hablan de las necesidades del pueblo trabajador.

El apoyo fundamental del gobierno en este período son los viejos dirigentes sindicales. Las CGTs y la CTA dividen y no le dan continuidad a la lucha de los trabajadores. Dejando que suba la presión en la caldera de la pelea salarial.

Un plan de lucha conjunto de gremios y centrales sindicales conseguiría el aumento de sueldos tan necesario para los trabajadores, frenar el tarifazo e imponer medidas que apunten a superar la miseria. Pero una vez más muestran su íntima relación con los gobiernos de turno y vuelven a darles la espalda a los trabajadores que dicen representar.

A pesar de estas maniobras, las luchas no se detienen. Los estatales siguen peleando y lo desocupados combativos continúan su plan de lucha.

Por eso desde el MST llamamos a todos los luchadores obreros y populares a desarrollar el más amplio apoyo a todas las luchas en curso. En primer lugar a la de los trabajadores estatales de todo el país y la de los desocupados que pelean por subsidios y trabajo. Lo mismo que a repudiar y denunciar el envió de tropas argentinas a Haití y el nuevo acuerdo que se aprobaría con el pago de la deuda externa a los acreedores privados. Ni un peso más para la deuda. Plata para salario y trabajo.

Movimiento Socialista de los Trabajadores