LOS PESADOS DE AMERICA SUBEN AL RING PETROLERO

Los campeones de los crudos no convencionales en el continente americano - Venezuela, México, Estados Unidos, Canadá y Ecuador-, con técnicos y patrocinadores nacionales o extranjeros, activaron planes para obtener nuevos títulos, posiblemente, los de abastecedores mundiales, cuando sean olvidados los pozos de la OPEP

En el escenario de los combustibles fósiles para la década 2050-2060, época en que se habrían vaciado los principales yacimientos petrolíferos, calculando el consumo de hoy, ahora se vislumbra la posibilidad de que las tres Américas suministren crudos de menor calidad y mayor costo de extracción y refinación, luego de remover terrenos peores que los del Medio Oriente, cuyos depósitos son los mejores, pero de menor vida.

¿Será el Hemisferio Occidental el reemplazante de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) proporcionando materia prima a partir de aquel período que se presenta preocupante, conflictivo y desalentador?

El petróleo, uno de los mayores movilizadores de capitales, estuvo aprisionado durante centenares de millones de años en las rocas del subsuelo y lleva más de un siglo empujando automóviles, cammionetas, camiones, autobuses, motocicletas, barcos, aviones, helicópteros, haciendo funcionar maquinarias y centrales eléctricas, asfaltando caminos y alimentando lujos o necesidades, como la refrigeración y la calefacción.

Pero, en los últimos treinta años, después de ser tratado sólo como una mercadería más - a la par del cobre, algodón, maíz, trigo, azúcar-, pasó a ser el "oro negro" que humilló y desesperó a superpotencias con carencias y embargos y que, insisten los agoreros, podría ser uno de los componentes en el explosivo cóctel energético-poblacional-alimentario que lleve a los proveedores y consumidores a un hipotético ring donde todos (combatientes, árbitro, segundos y espectadores), ...¡perderán por knock-out!

En el continente americano figuran arriban del ranking de los crudos pesados Venezuela, México, Estados Unidos, Canadá y Ecuador. Tras la partida de este último de la OPEP, el primero es el único que representa a esta parte del mundo en el cártel que continúa como el monarca indiscutido de las existencias, producción, suministro y manipulador de precios que, a través del tiempo, de pocos centavos de dólar el barril (159 litros) sobrepasaron los 50 dólares a fines de septiembre pasado. Algunos analistas ya pronosticaron que el techo podría estar entre los 60 y 65 dólares.

Este panorama inestable hizo que muchos países volcaran su atención a los "hermanitos feos" del petróleo árabe ligero de 34 grados API - la escala del American Petroleum Institute (API)-, los crudos pesados y extra-pesados que, muy por debajo de la barrera meritoria de los 120 grados API, igualmente podrían ser los protagonistas en los programas de fondo que se imaginan, como parte de una nueva era petrolera para satisfacer las necesidades energéticas crecientes del mundo industrializado y los planes de desarrollo de los pueblos rezagados, algunos de los cuales, irónicamente, son ricos en petróleo y gas.

Según la estimación de geólogos y expertos de varias nacionalidades, Venezuela cuenta en la Faja del Orinoco con la mayor concentración individual de petróleo en la Tierra y, desde la década del 30, explota los crudos pesados, los cuales quedaron relegados luego que los petrodólares "llovieron sobre Caracas", cuando la divisa de los Estados Unidos valía, apenas, cuatro bolívares.

En l976, el presidente Carlos Andrés Pérez, del partido Acción Democrática, dentro de un sistema bipartidista que le facilitó el apoyo de la oposición, corporizada en COPEI, nacionalizó la industria petrolera e, ipso facto, comenzó una fiesta que llevó a los venezolanos a comprar zapatos y perfumes en París, presenciar espectáculos boxísticos o artísticos en Las Vegas, copar las mesas de juego en Aruba y Curazao y hasta importar legumbres, verduras, frutas y flores de países lejanos. ¡No eran tiempos sólo de arepaa!

El derroche se extendió a las flamantes autopistas, para las cuales se adquirieron automóviles extranjeros que requerían excelentes carburantes, conseguidos a muy bajo precio, en cualquier esquina. Con los sucesores de Pérez, Luis Herrera Campins y Jaime Lusinchi, llegaron las crisis económicas y los juicios por corrupción. Hoy, Venezuela intenta sacar la cabeza fuera del agua, con el petróleo escondido en las profundidades de las orillas del río Orinoco, que planea extraer con la ayuda de capitales foráneos y ponerlo en el mercado internacional a la brevedad.

El tema no es nuevo para quienes siguen los vaivenes de reservas, producción, precios y consumo. Ya en mayo de 1983, el doctor Richard F. Meyer, de la U.S. Geological Survey, en un documento publicado entonces por el Institute of Gas Technology, en Kentucky, calculó que el petróleo pesado que encierran los casi 2.500 kilómetros del Orinoco, sumaba 1.000.000.000.000 de barriles. Ese número es hoy, bajo el nuevo gobierno bolivariano de Hugo Chávez, un secreto de estado.

La cifra, que superaba a todas las reservas conjuntas de los once países de la OPEP en unos 250.000 millones (1984) y 200.000 millones (1998) de barriles (incluyendo el petróleo liviano venezolano), fue corroborada ese año por el ingeniero Nelson Vázquez, por entonces Director de Coordinacion para la Faja Petrolífera del Orinoco, de la compañía estatal Petróleos de Venezuela S.A., como sigue: "...ahora estamos hablando solamente de las zonas más prioritarias: Cerro Negro, Hamaca Norte y Zuata. Hicimos 720 pozos exploratorios desde 1978 a 1983, porque queríamos saber qué cantidad de reservas teníamos. Y tenemos, in situ, un millón de millones de barriles..."

La producción de crudos pesados y extrapesados, añadió, podría durar (a los niveles de entonces) unos 150 años, lo que hoy llevaría el pronóstico a una fecha que pocos aceptan por lo lejana sobre las existencias petroleras en el planeta, teniendo en cuenta el paralelismo de los incrementos de vehículos motorizados, de autopistas y, lógicamente, de población. No obstante; podría ayudar que las sociedades, en el intervalo, usen fuentes alternas, basándose en el viento, agua, sol y el carbón restante.

En las tres Américas, Estados Unidos posee las segundas mayores reservas de petróleo convencional después de México (país no OPEP), seguido por Venezuela, Canadá y Ecuador. También está segundo, a gran distancia de Canadá, en lo que atañe al betún.

¿Y en la Argentina cómo estamos?

Sus yacimientos, empezando por esta rica zona, se agotarían antes del 2020, según las escasas cifras que da el Instituto Argentino del Petróleo. ¿Qué pasará despùés?

El analista de Puente/Banco Hipotecario (Buenos Aires), licenciado Juan Carlos Mejía Brando, nativo de Colombia, dijo a INPA el 30 de septiembre pasado, que el panorama no es tan complicado porque, a través de la nueva empresa estatal, ENARSA - que ya dirige Luis Corsiglia, el ex presidente de la Caja de Valores -, habrá aportes de crudo venezolano a cambio de alimentos argentinos . Recordó que la empresa Petróleos de Venezuela es la quinta petrolera del mundo, con casi tres millones de barriles diarios y una facturación global anual de 50.000 millones de dólares e integrará ENARSA. Luego, añadió, se espera la creación del sueño del presidente Hugo Chávez, PetroSur, la empresa latinoamericana.

En el ampliado mercado mundial de la segunda parte de 2004, Estados Unidos sigue como el principàl consumidor, principalmente de los productos de Arabia Saudita - país que cuenta con el 25% de las reservas mundiales conocidas-, y de México, vecino que, no importa qué candidato triunfe en las elecciones presidenciales de noviembre, siempre ocupara un alto lugar en la agenda petrolera de la Oficina Oval de la Casa Blanca que, tras la ocupación de Irak, domina todo el panorama energético del Medio Oriente, según lo puntulaizó Mejía Brando.

Entre los 50 estados de la Unión, California acumula una gran riqueza petrolera, repartida en 40% de crudo liviano y 60% pesado (13 grados API). En los últimos 25 años, ese territorio frente al Océano Pacífico cambió su situación de pionero productor de crudos pesados, a la de mercado más desarrollado en el mundo del mismo producto.

Cruzando el Atlántico, el Reino Unido, Noruega e Italia sobresalen en petróleo convencional, pero la última también tiene crudo pesado y extra pesado. Y betún. En este grupo, Rumania interviene con crudos pesados y betún.

La información que sale de las ex repúblicas socialistas soviéticas está considerada como parcial y cautelosa. Pero, hasta la desintegración de la potencia europeo-asiática, aventajaba grandemente a China, Indonesia (OPEP), Taiwan, India y Malaysia, en petróleo pesado, extra pesado y betún. En lo que respecta a China, por su enorme población y sus acelerados planes industriales, no hay que perderla de vista, teniendo en cuenta que, en el presente, ya está quemando el 8% de petróleo del mundo, de acuerdo a lo explicado por Mejía Brando.

Nigeria, frente al Golfo de Guinea y miembro de la OPEP, ocupa la cima de los crudos pesados en África, seguida por Madagascar (o República Malgache) y Egipto. Pero, en el petróleo convencional, está un peldaño más abajo que Libia, integrante del cártel, al igual que Argelia, que está tercera, y escoltada por Egipto. Y Madagascar es la que guarda más betún, con Nigeria a la zaga.

La nueva atención que se presta a los crudos pesados (estén donde estén) es un aviso de que los asuntos no energéticos están apurando la transición hasta que lleguen, dentro de muchos años, las energías limpias y renovables.

Muchas plantas mezclan diferentes clases de crudos antes de refinarlos o alternan procesos de petróleos de variada calidad en un cierto mes. Su preocupación es el "netback" o Valor de Retorno (el precio en el mercado del barril refinado, menos los gastos de transporte y refinación), menos el coste de compra del crudo, lo que es igual al margen bruto.

Hoy, los "campeones" del crudo rentable son, en este orden, Arabia Saudita, Estados Unidos, Rusia, Irán, Venezuela, Kuwait, Irak, Emiratos Árabes Unidos, México, China, Libia, Nigeria, Canadá, Indonesia, Kazajstán y Argelia.

Pero, después que los pesados nuevos debuten con vivas, las refinerías actualizadas serán las estrellas de la industria petrolera - que quizás no llegue al Siglo XXII-,aunque nadie puede arriesgarse a mencionar permanencias y ganancias extras antes de que el "oro negro" sea, nada más, que historia.

Raúl H. Riutor INPA

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