Carta aberta de um teólogo equatoriano à Venezuela bolivariana Para todos os seres humanos que cultivem a dignidade como virtude essencial na construção duma nova sociedade, constitui uma altíssima honra e irrenunciável dever ser solidário com o processo que está sendo levado a cabo pelo povo revolucionário da República Bolivariana de Venezuela guiada pelo seu Comandante el Presidente Hugo Chávez Frías.
Carta de un teólogo ecuatoriano a la venezuela bolivariana
Compañeras y compañeros revolucionarios de la República Bolivariana de Venezuela Para todo ser humano que cultive la dignidad como virtud esencial en la construcción de una nueva sociedad con mujeres y hombres nuevos, constituye un altísimo honor e irrenunciable deber el de ser solidario con el proceso que está siendo llevado a cabo por el pueblo revolucionario de la República Bolivariana de Venezuela bajo la guía de su Comandante el Presidente Hugo Chávez Frías.
Esta es una época evidente en que la primavera revolucionaria en Latinoamérica y el Caribe a retornado para cumplir lo que millones de seres humanos merecen: la recuperación de sus derechos conculcados desde hace siglos, precisamente por aquellos que hoy son los herederos de los verdugos que han sumido a nuestros pueblos en la más indignante pobreza. Uno de estos derechos es: que los pueblos puedan acceder a los medios de comunicación, mismos que siempre han estado en manos de los sectores oligárquicos como instrumento para la manipulación de las conciencias y la satisfacción de sus voraces e insaciables intereses.
El gobierno del Presidente Hugo Chávez Frías ha sido extremadamente tolerante con el los medios de comunicación, entre ellos el que en vida fue Radio Caracas Televisión (RCTV), que abiertamente han conspirado y conspiran contra la voluntad consciente de la mayoría del pueblo venezolano, que en las urnas han demostrado en ocho ocasiones su voluntad soberana de decir ¡basta al antidemocrático e inhumano sistema capitalista neoliberal!
Sabemos además que entre el 80 y 93 por ciento del espacio radioeléctrico está en propiedad de sectores privados, lo que muestra hasta la saciedad el grado de tolerancia y la libertad de expresión que existe en Venezuela.
¿Qué estado soberano del mundo permite que la arrogancia de unos pocos pretenda desconocer la voluntad popular? Si el gobierno norteamericano tendría que afrontar dificultades similares a las que atraviesa el gobierno venezolano, en cuanto al proceso conspirador de los medios de comunicación, sin ninguna duda a través de la CIA, ejecutaría medidas radicales como las que ha hecho en históricas ocasiones ya sea en su territorio y en diversos países del mundo.
En Venezuela no se ha torturado ni asesinado a nadie.
Simplemente el pasado 27 de mayo no se ha renovado la concesión a RCTV, porque sencillamente atenta contra su seguridad nacional, este es un derecho que asiste a cualquier gobierno soberano del mundo.
Es merecedor del más enérgico repudio todo afán de intromisión de cualquier gobierno u organismo internacional que pretenda, bajo cualquier pretexto, inmiscuirse en el ejercicio de la libre determinación del gobierno soberano de Venezuela.
Nuestra solidaridad irrestricta al pueblo revolucionario de Venezuela y a sus dignos gobernantes que en la persona de su Presidente Hugo Chávez Frías afrontan con hidalguía la arremetida cobarde de los sectores oligárquicos y de imperialismo norteamericano, que pretenden en latinoamérica y el Caribe desesperadamente detener el parto de dignidad que se ha venido gestando desde hace siglos.
En esta hora en que las tinieblas de la noche neoliberal es vencida por la irrupción del sol de la dignidad de los pueblos, y la aurora de justicia abriga a los corazones irreverentes e indomables, es menester rememorar las libertarias palabras del Maestro Jesús el Cristo que venció todos los obstáculos que los opresores de su tiempo implementaron para frustrar el fiel cumplimiento de su misión libertaria: ¡Ánimo, sean valientes,
Yo he vencido al mundo!
Y cómo no acoger en estos momentos en nuestros corazones las enternecidas palabras que el Che Guevara dejara como legado a sus hijos y que hoy debemos asumirlas en su justa medida nosotros, los nuevos hijos e hijas que estamos siendo paridos en el vientre sagrado de Amerindia:
"Acuérdense que la revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada".
Unidos por una vida abundante para todas y todos,
Patricio Del Salto Galán
Filósofo y teólogo ecuatoriano
Miembro de la Fundación Pueblo Índio del Ecuador
(Constituida por Monseñor Leónidas Proaño)
Original en:
http://www.altercom.org
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