Durante siglos estos delincuentes invadieron, robaron, incendiaron y destruyeron numerosos lugares americanos y de otros continentes, además de violar mujeres y niñas y asaltar iglesias llevándose hasta las cruces de plata pero, generalmente, su "profesión", les pagó con la misma moneda.
Panamá (INPA) Los libros son bien claros cuando se refieren a un pirata: "Ladrón que recorre los mares". Y dan como sinónimos "bucanero", "corsario", "filibustero".
Y a la piratería la describen así: "Acciones de depredación o violencia cometidas contra un buque, personas o cosas que hay en él, por la tripulación o los pasajeros del mismo o de otro navío."
Cuando la aviación comercial tomó auge, comenzó la piratería aérea: el secuestro y desviación de un aparato efectuado por una o varias personas que se encuentran a bordo.
Y hay otras piraterías, como radios clandestinas, robos informáticos, estafas diversas, copias de marcas registradas, etc.
De los piratas modernos hay noticias casi diarias, pero en la imaginación de muchos pueblos quedaron grabados aquellos de los siglos pasados, con sus barcos a vela, banderas con calaveras, largas espadas y ambiciones y crueldades desmedidas.
Uno de los que anduvo haciendo grandes maldades por aquí fue el filibustero inglés Henry Morgan que, en 1671, saqueó e incendió la antigua ciudad de Panamá. Había sido fundada por el conquistador español Pedro Arias Dávila, o Pedrarias, en 1519, casi dos años despúes de hacerle cortar la cabeza a su compatriota Vasco Nuñez de Balboa, el descubridor del Océano Pacífico.
Hasta 1595, Panamá la Vieja, con más de l.500 edificios, había sido atacada muchas veces por otro pirata inglés, Francis Drake, que realizó varias expediciones contra las colonias españolas en América y, posteriormente, hasta se atrevío con la Armada Invencible, de España, en 1588.
Por otras latitudes usaron sus cañones, dos hermanos, los piratas Barbarroja, Hobuc y Kair-Ed-Din. El primero fue vencido y muerto por los españoles en Tremecén, Argelia, en 1518. El segundo murió en 1546.
Otro que luchó contra la Armada Invencible y los españoles en este continente fue el corsario inglés John Hawkins, que practicó la trata de negros en el Caribe hasta que murió en 1595.
Y hay más nombres: Barbanegra, Bartholomew Roberts, Christopher Moody, Charles Bellamy, Henry Every y centenares más.
Todos ellos llegaron a tener gran poder y muchas riquezas, pero debieron soportar el trabajo duro, la falta de mujeres a bordo, de comodidades, los olores de sus compañeros y el temor de que, en cualquier momento, podían terminar encadenados en un barco enemigo.
O con sus huesos en una isla desierta o en el fondo del mar.
Por: Malena Mustafa
I NPA
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