El país sudamericano comenzará a transitar muy pronto un sendero sin precedentes, cuando una abogada de 54 años ocupe la presidencia y la mitad de 37 millones de argentinos alivien su incertidumbre al pensar que el exitoso gobernante saliente, cuidará las espaldas de su esposa.
Por: Edith Lustgarten
Buenos Aires (INPA) Los argentinos iniciarán el nuevo año con una situación inédita en sus casi dos siglos de vida independiente: una mujer en la Casa Rosada, un ex presidente en la Quinta Presidencial de Olivos y los dos partidos políticos principales - Justicialista y Radical-, tan opacos y divididos que produjeron una docena y media de fórmulas para las elecciones del 28 de octubre pasado.
La senadora Cristina Fernández, que ganó con el 45% de los votos-, asumirá la presidencia de la república el 10 de diciembre próximo, mientras que Néstor Kirchner, su esposo, y actual gobernante, ha manifestado que, a partir de enero, comenzará a reorganizar, reagrupar al justicialismo o peronismo, de donde surgió el triunfante "Frente para la Victoria" del matrimonio, que presentó como candidato a vicepresidente a un radical: el ex gobernador de Mendoza Julio Cobos.
Sólo dos mujeres estuvieron antes en esas cumbres políticas argentinas: Eva Duarte de Perón ("Evita"), esposa del militar que logró legalmente tres veces la presidencia y María Estela Martínez de Perón ("Isabelita"), que como vicepresidenta elegida, sucedió al general que falleció en 1974, para luego ser derrocada en 1976 por las Fuerzas Armadas.
Hace 55 años, "Evita" declinó ser candidata a vicepresidente por razones de salud pero, igualmente, Perón ganó su segundo periodo en 1952, interrumpido, en 1955, por un Golpe de Estado que lo llevó a 18 años de exilio, principalmente en España, y a la penosa preocupación de no saber dónde estaba el cadáver embalsamado de su esposa, secuestrado por los jefes de la llamada "Revolución Libertadora".
Aunque la nueva gobernante tendrá un asesor, confidente y estratega de lujo en la residencia oficial que los presidentes tienen en Olivos (provincia de Buenos Aires), nadie parece dudar de que los desafíos que enfrenta la abogada diplomada en La Plata son de gran importancia para un pueblo cuya mitad, como se vio, prefirió esta continuidad.
La agenda a partir de diciembre de Cristina incluye la creciente y discutida inflación, el aumento de salarios solicitados por los líderes sindicales, las insuficiencias energéticas pronosticadas para este verano, las negociaciones con el siempre entrometido Fondo Monetario Internacional (FMI) (para arreglar la deuda con el Club de París), la abultada deuda externa en general, la actualización de los sueldos para jubilados y pensionados, la depuración y modernización de la Policía Federal, reforzar los planes de educación, salud y seguridad y, por supuesto, las relaciones internacionales, capítulo al que Kirchner no lo atrajo mucho.
Como si todo esto fuera poco, Cristina deberá "convivir" en la Plaza de Mayo, con Mauricio Macri, el nuevo Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un inamistoso y rico empresario y ex presidente del popular y multicampeón club "Boca Juniors". Macri ya publicó una lista de pedidos para el gobierno nacional, entre ellos, que esta Capital Federal tenga su policía con fondos propios y los puertos bajo su control, dos asuntos rodeados de cifras astronómicas y alta sensibilidad.
Para que no haya dudas de cómo serán las cosas en los próximos cuatro años, Macri (un posible candidato a presidente) decidió asumir como alcalde un día antes que Cristina (ella y Kirchner son "hinchas" del golpeado Racing Club, de Avellaneda) así le disputará las primeras páginas del próximo lunes 10. Estará acompañado en el acto, seguramente, por el ex capitan de Boca y de la selección argentina Diego Maradona.(INPA)
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