Alguns exilados Latinoamericanos

ALGUNOS EXILIADOS LATINOAMERICANOS

Al cumplirse 130 años de la muerte del general y político argentino Juan Manuel de Rosas, dictador que soportó un destierro de 25 años, el más largo infligido a un gobernante sudamericano, se recuerdan otras figuras así penalizadas.

Por: Raúl H. Riutor

Artigas, Uruguay, (INPA) Lo padecieron reyes, emperadores, presidentes, políticos, artistas y otros en Europa, África y Asia; pero en las tres Américas y el Caribe, también se usó como castigo o venganza el destierro, la expatriación.

En Europa, sus nombres podrían llenar numerosos libros: Maquiavelo, Napoleón, Lenín, Charles de Gaulle, Manuel de Falla, Rafael Alberti, Pablo Picasso, Dolores Ibarruri ("La Pasionaria"), Sandro Pertini. Todos ellos, por una u otra razón, sufrieron el exilio.

Y también fueron castigados asi Grotius, Thomas Hobbes, Paracelso, Leonardo da Vinci, Petrarca, Benedicto XIII, Arístides El Justo, Alcibíades, Avicena, Arnau de Vilanova y, ya más recientemente, Trotsky, el revolucionario ruso asesinado en México y Benazir Bhutto.

En este continente, un ejemplo conspicuo de exilio lo fue el general Juan Domingo Perón, derrocado en 1955 y reelegido al volver de España en 1973, con lo cual totalizó tres presidencias constitucionales en la Argentina.

Otros son los de los libertadores Simón Bolívar, José de San Martín, Bernardo O´Higgins, José Gervasio Artigas, Bernardino Rivadavia, José Martí y hasta el de Manuela Sáenz, la patriota quiteña que le salvó la vida a Bolívar.

En Cuba, aparte de Martí -y otros muchos más-, está el caso de que el general Fulgencio Batista echó al revolucionario Fidel Castro y luego este, con su triunfo, hizo huir al dictador que, a su vez, en 1933, había expatriado al presidente Gerardo Machado y Morales.

En la América del Sur, también fueron desterrados los presidentes Héctor Cámpora (Argentina), Fernando Belaúnde Terry y Alan García (Perú), Hugo Banzer y Lidia Güeiler (Bolivia), Marcos Pérez Jiménez (Venezuela), Alfredo Stroessner (Paraguay), Juan María Bordaberry (Uruguay), Ramón Freire (Chile), Juan José Flores (Ecuador), Gustavo Rojas Pinilla (Colombia), en una lista siempre incompleta en la que, además, hubo mandatarios de poca duración.

En Centroamérica, aparecen Arnulfo Arias (Panamá) y Anastasio Somoza Debayle (Nicaragua), más un exiliado llevado a la fuerza a las cárceles de Miami, Florida, por unos 35.000 soldados estadounidenses: Manuel Noriega (Panamá). A los Estados Unidos también fueron deportados Guillermo Flores Avedaño y Miguel Ydígoras Fuentes (Guatemala).

Más al norte sobresalen Porfirio Díaz (México), Joaquín Balaguer(República Dominicana) y Jean-Claude Duvalier (Haití).

Pero también en el sur el poeta José Santos Chocano y el escritor César Vallejo(Perú), el poeta Pablo Neruda (Chile) y el muy discutido Juan Manuel de Rosas (Argentina). Este gobernador de Buenos Aires murió en Inglaterra. Durante su dictadura hizo que fuera al destierro, a Chile, Domingo Faustino Sarmiento, quien después fue presidente de la República. Y a muchos otros.

La Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial, originaron grandes cantidades de exiliados que buscaron refugio en Latinoamérica, con paz, amistad, alimentos y ropa.

Ahora, muchos de sus descendientes intentan cerrar el círculo, volviendo a Europa.

Pero las puertas no están abiertas allá de par en par, como sí ocurrió en este continente, hace ya más de sesenta años. 

Fonte: INPA

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Author`s name Timothy Bancroft-Hinchey