La organización Colombo Canadiense de derechos humanos, Action for Peace and Justice in Colombia APJC, reunida en Toronto, el martes 3 de julio de 2007, declara:
Nuestra solidaridad con el pueblo colombiano, en particular con sus organizaciones populares, cívicas, sindicales, campesinas, indígenas y afro colombianas, con los tres millones de desplazados por la violencia, los desempleados y los sin techo, en su justo anhelo por alcanzar paz y democracia con justicia social en Colombia.
Nuestra voz de aliento a las familias de los millares de victimas de la violencia, desterrados de sus regiones y propiedades, que claman justicia, verdad y reparación por sus seres queridos asesinados y/o desaparecidos. Entre estos, los más de cuatro mil miembros de la pacífica organización política de izquierda Unión Patriótica.
Desde Canadá ofrecemos nuestro humilde esfuerzo, a favor del clamor nacional e internacional por el acuerdo humanitario. Alentamos a los familiares de quienes están privados de la libertad por razones políticas en cárceles del gobierno, en cárceles de EE.UU., y en áreas rurales bajo control de la insurgencia, a que continúen su indoblegable tarea por una solución civilizada para esta dolorosa situación.
Instamos a las partes en conflicto, a que superen con creatividad y grandeza los obstáculos políticos que impiden la realización del acuerdo humanitario. Igualmente, aclarar la tragedia que suscitó el combate, en el cual perdieron la vida 11 Diputados del Valle del Cauca, y garantizar el procedimiento ajustado a normas internacionales, para el retorno de los restos mortales a sus familiares.
Denunciamos la propaganda malintencionada de los consulados Colombianos en Toronto y Montreal, que insta a que Colombianos emigrantes y de otras nacionalidades, organicen concentraciones y manifiestos a favor del gobierno durante las marchas del Jueves 5 de Julio, en absoluta contravía del clamor mundial, que exige diálogo y solución política, como alternativa real hacia la consecución de la paz.
Nos concentraremos, igual como en Colombia ha de suceder, en favor de la solución civilizada del conflicto civil no reconocido.
Es profundamente equivocado pretender capitalizar las manifestaciones en favor del gobierno y del Estado, cuando son parte responsable de la tragedia nacional. Sabemos que se trata de una estrategia trazada por poderosos gremios y medios de información al servicio de los enemigos de la paz, que buscan cubrir con cortinas de humo la escandalosa realidad de la parapolítica. Marchar a favor de Uribe Vélez, es apoyar la impunidad, a la clase militar y política visiblemente corrompida y violenta, y el escalamiento de la guerra.
Robert Alvarino Delegado Montreal,
Luis Alberto Matta Delegado Toronto,
Susan Robinson Delegada Ottawa,
Paul Klassen Coordinador
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