Carlos Gardel

Reactivación de supuestos impenetrables

En el 72 aniversario de la misteriosa muerte del astro latinoamericano de la "Paramount Pictures", se renueva el manantial de interrogantes sobre la tragedia colombiana que no cesa de asombrar, inquietar y turbar a sus admiradores.

Por: Ramona Jaramillo

Medellín, Colombia (INPA) ¿Fue un ùnico balazo el que desencadenó aquí el drama que terminó con la exitosa vida de Carlos Gardel antes de cumplir 45 años?

¿O quizá fue una corta ráfaga -comunes después del mediodía- la que hizo chocar aquellos dos aviones, minutos antes de las 15.00 horas, el 24 de junio de 1935?

¿Pudo ser que el trimotor F-31 que guiaba el colombiano Ernesto Sámper Mendoza, llevando a Gardel y su comitiva artística de Bogotá a Cali, estuviera sobrecargado?

En tal caso, esos kilos de más le habrían impedido despegar, dirigiéndose, así, donde estaba parado para imitarlo el "Manizales", piloteado por el alemán Hans Ulrich Thom, que portaba en su cabina insignias nazis.

Uno de los testigos de la colisión Antonio Henao Gaviria declaró en 1984, a los 81 años de edad:"...fue como una bomba atómica que ensombreció todo el "Aeropuerto Olaya Herrera". Éste es el político colombiano más citado desde entonces por los medios hispanos debido a "La Tragedia de Medellín", que por haber sido presidente de la república antes de ella.

En el accidente también pereció quemado Alfredo Le Pera, el autor de los temas que cantó y filmó Gardel para la compañía estadounidense "Paramount Pictures", en España, Francia y Nueva York, quien, por razones desconocidas, habría disparado un tiro que se alojó en la cabeza de Sámper Mendoza, originando ese descontrol. Tal arma no se encontro en los restos del avión.

El guitarrista José María Aguilar, uno de los tres sobrevivientes de las llamas (escapó por la parte trasera) señaló que el aparato tenía exceso de peso cuando intentó salir de aquí, donde había descendido sólo para llenar sus tanques de combustible. Además, se refirió a la docena de enormes rollos de películas colocados debajo de los asientos y que, probablemente, ayudaron a hacer perder estabilidad en ese carreteo mortal por la corta y angosta pista.

Unas escalofríantes palabras de Aguilar - que falleció en Buenos Aires-, tienen que ver con los últimos segundos - ¡terribles, por supuesto!-, del "Ídolo del Tango" : "...Gritó...Golpeó una ventanilla..." La autopsia e investigaciones sugirieron, más tarde, que el ala de un avión le cortó las dos piernas; y luego decapitó a otros pasajeros, entre ellos, su primer guitarrista, Guillermo Barbieri, autor de numerosos exitos de Gardel.

¿Un tiro? ¿Una ráfaga? ¿Una imprudencia de Sámper Mendoza?¿Un fuselaje más que repleto?¿Un movimiento raro, perturbador del otro aeroplano que era de la SCADTA (Sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos) ¿Quiso estropear la labor y desacreditar a su competidora latinoamericana SACO (Sociedad Aérea Colombiana", propiedad de Sámper Mendoza?

En cuanto a la bala descubierta en el cráneo de Sámper Mendoza ¿fue disparada adentro del avión de Gardel o vino desde afuera?

El copiloto del "Manizales", Will Han Furts, terminó irreconocible. Pero su pistola estaba cerca, al igual que un cartucho vacío. ¿Se suicidó cuando vislumbró la catástrofe o apuntó, desesperado, contra el piloto de el naciente y popular rival comercial en este continente? Como todos los años, en junio, resurgen los supuestos, los enigmas impenetrables que rodean al astro de la canción y el cine.

Ahora bien, debido a la magnitud del choque (terrestre, más que aéreo), también hay dudas sobre los pocos restos de Gardel. ¿Fueron sus cenizas las enviadas a Buenos Aires, en 1936?

Su cajón reposa junto al de su querida madre francesa, Bertha Gardés, en el cementerio La Chacarita, con un monumento ("El bronce que sonríe") repleto de placas de todas clases argentinas, uruguayas, colombianas, chilenas, venezolanas, cubanas, japonesas, francesas.

Ahí, cada 24 de junio, se reúnen los "gardelianos" para hacer un minuto de silencio a las 3 de la tarde.

Pero, antes y después, como si el llamado "Morocho del Abasto" se los pidiera, cantan y bailan sus tangos: "El día que me quieras", "Soledad", "Golondrinas", "Cuesta Abajo", "Melodía de arrabal", "Me da pena confesarlo", "Mi Buenos Aires querido", "Volver", "Sus ojos se cerraron", "Silencio"...

INPA

Subscrever Pravda Telegram channel, Facebook, Twitter

Author`s name Timothy Bancroft-Hinchey