O criolismo

Movimento importante de afirmação da América Latina, buscando sua expressão, procurando as suas raízes. É um movimento americano que influencia a literatura continental.

El criollismo y sus cultores

El criollismo es un movimiento de afirmación importante en Hispanoamérica en cuanto a la búsqueda de su expresión, ya que hunde sus raíces en lo propio y distintivo; sus temas suelen ser netamente americanos, y el estilo, a pesar de su vigencia vanguardista, también tiene un fuerte sabor americano, por todo lo cual, al comenzar el siglo XXI, sigue influyendo en la literatura continental.

Escribe: Marina Anaili

Sonsonate, El Salvador (INPA) El cuentista y novelista salvadoreño, Salvador Salazar Arrué, que utilizó el seudónimo de "Salarrué", está considerado como uno de los grandes del criollismo, conjuntamente con otros escritores de México, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Chile, Honduras, República Dominicana y Puerto Rico.

El literato sonsonateco, que vivió entre 1899 y 1975, fue el autor de El Cristo negro, El señor de la burbuja, Cuentos de barro, Eso y más, Trasmallo, Cuentos de Cipotes, Remontando el Uluán, La Botija, etc., describiendo en estilo impresionista e imaginativo, la realidad que lo rodeaba.

En México, en este campo, sobresalieron Martín Luis Guzmán (El águila y la serpiente); Jorge Ferretis (Hombres en tempestad); José Revueltas (Los muros de agua). Natural de Durango, Revueltas pasó su juventud en la cárcel por sus ideas sociales radicales. En "Los muros...", publicada en 1941, narra su destierro en la colonia penal de las Islas Marías, el archipiélago de México en el Océano Pacífico, frente al estado de Nayarit.

Desde Ecuador se hicieron notar Joaquín Gallegos Lara (Las cruces sobre el agua, Cacao); Enrique Gil Gilbert (Nuestro pan); Demetrio Aguilera Malta (Una cruz en la Sierra Maestra, El secuestro del general). Este guayaquileño está considerado como un creador de narraciones de carácter social y de defensa de los indios.

En el Paraguay se destacó Juan Natalicio González, que fue presidente de su país durante un año en 1948 y luego derrocado. Entre sus obras figuran Baladas guaraníes, Proceso y formación de la cultura paraguaya y Elejías de Tenochtitlán. La raíz errante, de 1953, es una novela de la selva, cuyo tema sociológico es el despojo de las tierras de sus dueños tradicionales.

Y en 1915 nació en Honduras Víctor Cáceres Lara, autor de Arcilla, Romances de la alegría y de la pena y Humus, un libro que incluye el cuento Paludismo, con elementos antiimperialistas.

Al dominicano Juan Bosch, el criollismo le agradece sus cuentos que tienen como protagonista al campesino antillano. Algunos títulos son: Dos pesos en el agua, La muchacha de la Guaira y Cuentos escritos en el exilio. Bosch fue presidente de la república en 1963 y derrocado ese mismo año.

Hace 110 años nacía en Chile Manuel Rojas, que nos dejó Hijo de ladrón, La oscura vida radiante, El delincuente, Hombres de mar, El bonete maulino. Siempre es mencionado su El vaso de leche que, a diferencia de la mayoría de los cuentos criollos, muestra una visión optimista del hombre y de la vida. Falleció en 1973.

En 1937 murió Horacio Quiroga, que había nacido en Salto, Uruguay, en 1878. Entre lo más destacado de su producción figuran Anaconda, Cuentos de la selva, Los desterrados, El salvaje, Cuentos de amor, de locura y de muerte y La gallina degollada.

Otros nombres del criollismo pertenecen a los puertorriqueños Abelardo Díaz Alfaro (Terrazo); Esther Feliciano Mendoza (La mancha del plátano); Emilio S. Belaval (La mariposa glauca de Borinquen); René Marqués (El miedo).

Marqués, que murió en 1979, estuvo lleno de inquietudes políticas en su visión de la realidad patria; e intercaló su preocupación por la muerte, el tiempo, lo absurdo de la vida y el problema de la libertad

INPA

Subscrever Pravda Telegram channel, Facebook, Twitter

Author`s name Timothy Bancroft-Hinchey