Los primeros latinoamericanos en la ONU
"¿Para qué sirven las Naciones Unidas?", preguntó hace años el gobernante cubano Fidel Castro, durante una Asamblea General de la ONU, organización acusada de incapaz para prevenir o concluir guerras - algo que está a la vista-, invasiones u ocupaciones y de estar lejos de los lugares donde persisten, desde su fundación hace más de medio siglo, los grandes males del mundo. Además, la ONU ya está en la mira, con más respeto, de Barak Obama. Y el reducido Consejo de Seguridad, en la mira, ambiciosa, de Brasil, un gigante mundial ausente.
Por: Henry Giacomelli
Naciones Unidas (INPA). Mientras prosiguen las sugerencias del Tercer y Cuarto Mundos, de que esta organización debería tener su sede fuera de la rica ciudad y superpotencia que la albergan, para que funcione llevando progreso en algunas zonas postergadas del planeta, se pasó un nuevo aniversario de su fundación con dudas sobre lo que hizo, o no, para cumplir los mandatos iniciales del 24 de octubre de 1945.
Algunos de ellos son: "Mantener la paz y la seguridad internacionales fundamentadas en el respeto al principio de igualdad de derechos y de autodeterminación de los pueblos, incentivar la cooperación para el progreso económico y social, promover y estimular el respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales para todos, sin distinción de raza, sexo, idioma o religión".
Nueve representantes latinoamericanos firmaron aquel día la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU): Argentina, Brasil, Cuba, Chile, El Salvador, Haití, Nicaragua, Paraguay y la República Dominicana.
Como primer Secretario General fue nombrado Trygve Lie, de Noruega; y como primer presidente de la Asamblea General Paul Henri Spaak, de Bélgica. Oswaldo Aranna, de Brasil, fue el segundo; y Luis Padilla Nervo, de México, el sexto, en el período 1951-1952.
Antes de finalizar 1945, otros países latinoamericanos que ingresaron fueron: Bolivia, Colombia, , Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela.
Hoy, se sigue protestando por la añeja constitución del Consejo de Seguridad, que incluye a cinco miembros permanentes con derecho a veto, y otros diez rotativos, con voto, pero sin aquel extraordinario poder.
Países que tenían menos importancia hace medio siglo - como el caso de Brasil, actualmente una potencia económica, cuyo territorio ocupa la mitad de la América del Sur-, cuestionan, por ejemplo, que Inglaterra conserve aquellos privilegios, pese a la desaparición de su imperio esclavista, colonialista y saqueador.
Fuentes sudamericanas señalaron aquí que una actualización de la ONU - de la "A" a la "Zeta"-, seguramente figurará en la primera agenda de Barak Obama a partir del 20 de enero próximo, fecha en que asumirá como presidente de Estados Unidos, en un mundo muy distinto al de 1945. Justamente, su slogan electoral fue "CHANGE- We Need": "Necesitamos un cambio".
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, cuando intervino aquí en septiembre en la Asamblea General, defendió las pretensiones del país sudamericano de ser miembro permanente del Consejo de Seguridad. Alemania, Japón y la India también mostraron inquietudes similares.
Francis Nicolas Sarkozy, presidente de Francia, uno de los cinco "mayores", también dijo en esas reuniones que "ha llegado la hora de Brasil y México para ampliar el Consejo de Seguridad". Y agregó: "No es posible gobernar en el siglo XXI con las instituciones del siglo XX".
Fuentescercanas al Equipo de Transición de Obama, en Chicago, Illinois, y Washington DC, señalaron que entre las prioridades del nuevo presidente, para iniciar sus encuentros con gobernantes latinoamericanos figuran, precisamente, los de México y Brasil que es , además, uno de los cuatro fundadores del MERCOSUR. (INPA)
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