Aquí sus comentarios en extensa pero explicativa entrevista:
Hoy se proclama la Comunidad Sudamericana de Naciones en Ayacucho y Cuzco, por qué se ha escogido ambos lugares?
El Perú es percibido como el puente entre el MERCOSUR y la Comunidad Andina de Naciones. Cuzco fue la capital del mayor imperio oriundo de las Américas. Ayacucho encarna el significado de dos preceptos importantes en la actual diplomacia post-guerra fría que se basan en la tendencia hacia formar bloques regionales y donde se acentúa la llamada cruzada anti-terrorista.
Ayacucho es percibido como un lugar donde se concentran dos derrotas. Una es la del imperio español hace 180, el cual debe retirarse del subcontinente, abriendo un supuestamente largo camino hacia la unidad sudamericana. Otra es que fue la cuna, hoy apaciguada, del mayor brote subversivo en la historia peruana del Siglo XX.
La diplomacia posterior a la guerra fría tiende a promocionar principios como ir hacia bloques regionales supra-nacionales y enfrentar al llamado terrorismo. Se quiere mostrar la imagen que Ayacucho representa la unidad de tropas latinoamericanas para liberar y unir al subcontinente, y también la capacidad de sofocar al terrorismo y estabilizar formas de democracia representativa y mercado libre.
¿Puede explicar esas tendencias que hay hacia formar asociaciones de países y qué peso podría tener la CSN en el concierto mundial?
Tras la caída del bloque soviético se crea y luego se expande más la Unión Europea. Esta ayuda a ir desmoronando los sistemas llamados socialistas de Europa oriental para ir remplazando las economías estatizadas y planificadas por el mercado y la empresa privados. De otro lado genera un bloque que ayuda a los EEUU a doblegar al antiguo rival moscovita y a estabilizar al mundo.
Tras el fin de la bipolaridad diversas regiones buscan irrumpir autónomamente. China tiene un colosal despegue económico. India se liberaliza, se potencia y se dota de armamento nuclear. Estos dos países contienen al 40% de la humanidad. Japón genera un polo en el sudeste asiático. Los EEUU buscan hacer su propio bloque (el ALCA).
En ese cambio de escenario hay regiones que quedan un poco descuadradas. África se sigue hundiendo en guerras y su participación en la economía mundial decrece, aunque Sudáfrica quisiera encabezar un bloque del continente negro. El mundo árabe no se une y las guerras como las de Iraq y Afganistán le dividen y debilitan.
Sudamérica tiene dos opciones. Una es hacia marchar totalmente tras la locomotora norteamericana o la otra es a la de mantener buenas relaciones con EEUU pero buscar explorar vínculos con los nuevos bloques emergentes. La CSN empalma con la estrategia brasilera de querer bailar con cierta independencia en el concierto mundial de naciones y poder maniobrar entre uno y otro campo.
En cierta medida las guerras post-11 de Septiembre han jugado un rol en afianzar esa tendencia.
¿Cómo Afganistán o Iraq, que son tan lejanos, pueden haber tenido un impacto en ir hacia la CSN? Esos conflictos no crean la CSN pero la escena mundial que éstos permiten abrir es algo que ayuda a que se potencias tendencias previamente existentes.
Hasta antes del 11-S e incluso poco después la prominencia de EEUU en la política global es abrumadora. El grueso de Latino América acepta el ALCA y luego Europa y Rusia se unen al bombardeo de Afganistán.
La manera en la cual Bush sobre-estima su convocatoria y victoria, y decide invadir Iraq, genera una crisis interna e internacional. Por primera vez desde el fin de la II guerra mundial Francia y Alemania chocan seriamente con los EEUU. Rusia y China tampoco secundan una guerra. Chile y México no votan por la alianza belicista Washington-Londres-Madrid en el consejo de seguridad.
Moscú, París y Berlín cuestionan la guerra pues les golpea en sus intereses petroleros en la región. Dentro de la UE se genera susceptibilidades en sentido que la guerra es para evitar la tendencia de Iraq e Irán de salirse del dólar para adoptar al euro como moneda de transacción para el oro negro.
China aprovecha la crisis y la distracción de EEUU para irse agigantando y queriendo perfilar como una nueva potencia que exporte mercancías y capitales.
En ese cuadro donde los EEUU aparecen cuestionados surge una oportunidad para que en América del Sur crezcan tendencias en pro de cierta autonomía y de pedir ir hacia un bloque para renegociar conjuntamente en mejores condiciones con el resto del mundo. La victoria de Lula juega un rol importante.
¿En qué medida el triunfo del Partido de los Trabajadores brasilero conduce a la CSN?
El PT no crea la CSN. Mas, su victoria acentúa una tendencia. Desde fines de los 1980s Brasil va adoptando dos políticas bien claras. Una es hacia darle más peso hacia integrarse con sus vecinos pues tradicionalmente había centrado sus relaciones comerciales y diplomáticas con el Hemisferio Norte. La otra es a la de aceptar planes de estabilización monetarios pero sin llegar a los extremos de tanta apertura al capital extranjero dados en muchos países andinos y centroamericanos.
El empresariado brasilero quiere proteger algunas de sus industrias nacionales. No quiere bajar tanto sus aranceles y, por otra parte, cuestiona el proteccionismo de EEUU y la UE ante varios de sus productos de exportación.
Lula lo que ha querido es potenciar al Brasil buscando que éste logre abaratar los aranceles en Europa y Norteamérica para sus exportaciones y conseguir nuevos mercados y socios en China, África, el mundo árabe, Rusia y el resto del mundo.
La estrategia de Lula es clara. Brasil es el quinto país mundial tanto en población como en territorio. Quiere tener un sitial permanente en el consejo de seguridad y requiere liderar un bloque económico y político. En una Unión Sudamericana su país tendría la mitad del área y de los habitantes. En vez de buscar ir adquiriendo territorios contiguos de sus vecinos como hacía hace más de un siglo, ahora quiere acabar hegemonizando al subcontinente.
Brasil quiere presentarse como una semi-potencia que modera y regula a su entorno geográfico. Eso le permite la aceptación de EEUU y las posibilidades de relacionarse mejor con Europa.
¿En qué medida la creación de la CSN no se vería influida por se giro a la izquierda que Brasil viene marcando?
La CSN no es patrimonio de la izquierda latina pues muchos derechistas también le apoyan. Mas bien, ésta no pudiese haber sido plasmada sin el actual giro a la derecha obrado por el grueso de la izquierda internacional.
Si uno se fija bien, hace 80 años la izquierda latinoamericana solía decir que la unidad continental sólo podría darse mediante una revolución social pues le echaban la culpa a lo que denominan las burguesías y oligarquías de haber dividido a la región en provecho de sus comunes intereses con el imperialismo.
La Alianza Popular Revolucionaria Americana surgió en 1924 apuntalada por la Internacional Comunista. Luego ambos socios se escinden y los segundos le acusan al APRA de renegar del camino revolucionario. En los 1960s, tras la revolución cubana, irrumpen focos guerrilleros quienes acusan a los nacionalistas y comunistas de ser reformistas y capituladores. Ahora todas esas corrientes han acabado aceptando el mercado y la democracia representativa, y han renegado de la vía armada.
Solo queda la guerrilla colombiana que busca negociar su reincorporación al sistema. Hasta Guzmán ha cambiado pues ahora habla de dejar las armas, ir a la paz y eventualmente recorrer el camino de otros antiguos maoístas, como el ex guerrillero Zamora en Bolivia, que se reintegran al orden legal.
La actual izquierda latinoamericana encabezada por Lula, Tabaré y Vásquez ya ha dejado la tesis de ir a destruir al estado burgués o no pagar la deuda externa y aceptan privatizaciones y una convivencia con EEUU y el FMI. En la medida que estos giran hacia posiciones que los hombres de negocios ven como sensatas ellos no despiertan anticuerpos ni intentonas golpistas.
Esta nueva izquierda ya no busca encarnar los intereses del proletariado (como decían querer tener hace años) sino de la emergencia de una clase de empresarios más ligada al mercado interno y centrada en propiciar bloques regionales.
Esto no significa que toda la izquierda acepta ese giro. Por ejemplo, el PT brasilero ha tenido algunas escisiones y dos antiguas fracciones suyas presentaron candidatos presidenciales minoritarias contra Lula acusándolo devenderse al imperialismo y demandando que la única manera de unir a Sudamérica era con una revolución de la clase obrera.
Lo nuevo es que las tensiones sociales internas sudamericanas no generan climas golpistas y que las diferencias entre la antigua izquierda y derecha se han reducido hasta hacer posible un acuerdo de mantener al mercado. Eso posibilita que haya un clima propicio para un tipo de comunidad económica continental. ¿En cierta medida la CSN implica un acercamiento entre derechas e izquierdas? ¿Y qué hay de las contradicciones en Venezuela o Colombia?
Lo que quiero decir es que durante la bipolaridad la izquierda jamás hubiera aceptado una CSN como la actual. El colapso soviético y el giro de los antiguos nacionalistas tercermundistas y comunistas hacia promover la inversión privada y la democracia representativa permite ello y cierto equilibrio interno y estabilidad del sistema.
Hoy el obstáculo en la CSN no es tanto esa división entre zurdos y diestros, sino en torno a cuál es la mejor manera de entrar al mercado mundial y atraer capitales.
Chile, liderado por el socialista Lagos, tiene una estrategia económica y política más afín al legado de su ex perseguidor Pinochet que de su ex camarada Allende. Santiago no quiere volver a la Comunidad Andina como miembro pleno (aunque sí lo ha hecho como observador para, entre otras cosas, poder apaciguar los reclamos limítrofes de Bolivia) pues insiste en mantener aranceles casi cero (entre 3 y 6%). No quiere subirlos pues su eje pasa por conseguir que no le recarguen a sus exportaciones agrícolas y mineras cuando éstas van al Norte.
Argentina, donde el presidente Kirchner proviene del mismo partido del derechista Menem (considerado uno de los mayores seguidores de Thatcher y Bush en la zona), quiere renegociar con el Norte. Busca proteger su mercado interno con aranceles mayores y presiona a la UE y EEUU para que bajen sus aranceles que traban exportaciones suyas (como agropecuarias).
En Latino América se perfilan dos modelos de desarrollo capitalista. Uno apunta a una mayor liberalización del mercado y a acuerdos bilaterales con EEUU (y también con la UE). La otra apunta a buscar cierta autonomía y poder renegociar como bloque regional. El Perú no es solo la sede de la formación de la CSN, sino que su política está en el medio de ambas corrientes: quiere acuerdo bilateral con Washington pero también afianzar un mercado común.
Uruguay en sí expresa la lucha entre esas dos opciones. Su actual presidente no viene a la cumbre y cuestiona la posibilidad que la CSN sea otro ente burocrático y costoso. Habla de una inflación de muchas instituciones y sólo quiere el inicio de un acuerdo entre MERCOSUR y la CAN. En cambio, el nuevo presidente electo, se inscribe en el arco atlántico progresista ligado a Lula.
Colombia y Venezuela expresan dos visiones opuestas. La primera apoya incondicionalmente a Bush y por ello es el país de la zona que más ayuda financiera y militar recibe por parte de éste. El segundo viene radicalizando su postura contra la Casa Blanca y sus aliados nativos. Chávez llega a Cuzco y Ayacucho tras haber hecho un tour tricontinental visitando gobernantes cuestionadores de Bush y haber aprobado una ley de prensa que sus detractores afirman es una mordaza contra la libertad de expresión pero que él aduce limita el poder de la oligarquía mediática.
¿Con esas contradicciones sería viable la CSN?
Mire, la UE también tiene contradicciones. Hay un núcleo que tiene una moneda común y otro que se resiste a hacer desaparecer sus respectivas monedas en pro del euro. El eje Francia-Alemania quiere avanzar hacia una mayor unificación y delimitación frente a EEUU. En cambio, la mayor parte de los nuevos miembros tienden a ser pro-Bush y apoyaron la guerra iraquí que Chirac y Shroeder cuestionaron.
La diferencia es que la economía y la soberanía de los miembros de la UE son más sólidas, mientras que las repúblicas latinoamericanas han sido tradicionalmente dependientes de Washington. La economía es el eslabón débil de la CSN, el mismo que puede acabar haciéndola tambalear.
Eduardo Duhalde. el presidente de la comisión de representantes permanentes del MERCOSUR, sostiene que la Comunidad Sudamericana de Naciones, debe emular lo hecho por la Unión Europea adoptando un nombre y proyecto similar. Ud. que es un latinoamericano que vive en la Unión Europea que nos puede decir de ese ente supra-nacional en comparación con el que se quiere crear en Sud América?
En primer lugar debo decir algo que pocos se han percatado: la Unión Europea y la CSN han de ser vecinos pues tienen una frontera física común. Con la participación de Surinam, Guyana y las 10 repúblicas de habla española y portuguesa de Sudamérica el único pedazo de dicho subcontinente que no entra a la Comunidad Sudamericana de Naciones es la Guyana Francesa, la cual pertenece oficialmente a la UE en calidad de dependencia francesa. Los menos de 200,000 ciudadanos de esta colonia, al igual que los habitantes de las islas antillanas de Guadalupe y Martinica, usan el euro y votan en las elecciones al parlamento europeo.
Sin embargo, hay una colosal diferencia entre ambas bloques. La Unión Europea se asienta en el continente donde el capitalismo y la industria surgieron y fueron exportados al resto. Sus fundadores fueron todos (a excepción del principado de Luxemburgo) antiguas potencias coloniales. La producción por habitante es cuatro veces mayor en la UE que en la CSN. Sus economías son relativamente avanzadas, estables, sólidas, autónomas y entrelazadas.
Sudamérica, en cambio, ha vivido desconectada entre ella. Sus repúblicas más comercian con el Hemisferio Norte que entre ellas. Sus economías son muy dependientes. Su base industrial es relativamente menor pues sus principales productos de exportación son materias primas o materiales de no mucha sofisticación tecnológica. Todas sus naciones han sido colonias y nunca han tenido una posición de liderazgo político o económico a escala mundial. En Europea donde el dólar no es muy usado en Sudamérica se usa hasta para pagar a los ambulantes. Eso es otra expresión de la debilidad de las monedas y economías nacionales sudamericanas.
La poca inter-relación comercial entre las distintas repúblicas sumida a las presiones que ejerce sobre éstas el poderoso hermano del norte son grandes escollos. A ello se suma la pobreza que abarca a la mayoría de los sudamericanos y a las constantes crisis recesivas.
Duhalde quiere que la CSN se llame la Unión Sud Americana. Cuál será la reacción de la vieja USA? Mientras que Washington abiertamente interviene en las repúblicas ex soviéticas promoviendo el cuestionamiento de elecciones que no resultan en gobernantes que quieran mover a éstas hacia la OTAN o la UE, en Sudamérica aún trabaja con cautela. El plan de movilizaciones para echar a Chávez fue revocado.
Bush quiere que el nuevo CSN sea un eslabón hacia el ALCA. Buscará prevenir un fuerte bloque económico y político en su patio trasero promoviendo acuerdos bilaterales. Lula querrá consolidar la CSN propulsando acuerdos directos con otras regiones (como China, India, África, Rusia, UE o el mundo árabe) hacia un mundo multipolar.
Recuadro
Isaac Bigio ha sido postgraduado en estudios europeos en la LSE. En ésta, la principal universidad mundial de ciencias sociales (de la cual han salido 9 de los últimos 28 premios Nóbel y 40 jefes de Estado) él ha enseñado política latinoamerica. Sus puntos de vista son importantes para entener lo que es la UE y lo que puede ser la CSN.
Bigio es hoy probablemente el analista internacional más reputado en el mundo hispano. El buscador Google arroja que él tiene escritos en más de 30,000 páginas web. Sus artículos y declaraciones han sido reproducidos por la mayor parte de los grandes diarios latino americanos y ha sido entrevistado por la CNN, BBC y AFP.
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