Frenemos el golpe contra la democracia en el Brasil
La aprobación por la Cámara de Representantes del Brasil del pedido de juicio a la presidenta Dilma Rousseff, irrumpe como una peligrosa amenaza para la estabilidad política del continente, dentro de una andanada antidemocrática en toda Nuestra América. Siguiendo un libreto imperial, como en Honduras en 2009 o Paraguay en 2012, hoy en Brasilia y en Caracas las élites locales pretenden aplicar la fórmula del "golpe parlamentario", que no dudamos en rechazar desde la Delegación de Paz de las FARC-EP.
El tecnicismo por el que se solicita el juicio contra la Presidenta Rousseff, califica como delito fiscal un procedimiento de reasignación presupuestal comúnmente utilizado por los gobiernos federales y estaduales brasileros. Pero en realidad se trata solo de la excusa para un auténtico "golpe blando" contra el gobierno que encabeza el Partido de los Trabajadores, PT. La mayoría parlamentaria de oposición ha votado para derrocar un gobierno legítimamente elegido, haciendo gala de sus prejuicios políticos e ideológicos, y no juzgando los hechos que se han utilizado como pretexto para sacar a Rousseff de su cargo.
Las verdaderas causas están en las maniobras geopolíticas de la derecha internacional, por debilitar el grupo de los BRICS, y aupar la ofensiva anti-progresista en Nuestra América. Es el gran capital en crisis global, -del que los poderosos emporios de origen brasilero, forman parte-, el que en su avidez y agresividad quiere dar rienda suelta a sus apetitos de ganancia, quitando cualquier escollo de progresismo político, soberanía internacional y redistribución del ingreso en la economía más grande de América Latina, contando para ello con el unísono de los grandes medios en campaña permanente de desinformación contra todo aquel que se diferencie de sus intereses.
Brasil es piedra angular de una nueva correlación de fuerzas mundial, así como de la actual arquitectura internacional gestada en el presente proceso integrador de América Latina, con UNASUR, Celac, Mercosur y otros grandes proyectos en ciernes. Es evidente el compromiso del gobierno brasilero con la búsqueda de la solución política al conflicto colombiano, que lo ha llevado a ser uno de los países garantes en la Mesa de Diálogos con el ELN. Socavar la estructura democrática del coloso latinoamericano, es una acción de desestabilización global y un atentado contra la emancipación de Nuestra América y contra la paz de Colombia.
Las intrigas de parlamentarios y empresarios de derecha que se benefician con las mieles de la corrupción y las maniobras de los Estados Unidos para desestabilizar democracias, no pueden pesar más que la decisión mayoritaria del pueblo brasilero rubricada en las urnas en 2014 con 54,5 millones de votos. Esperamos que el Senado de Brasil, obre con arreglo a las normas y no se convierta en una inquisición política, atendiendo así al clamor de los movimientos sociales volcados hoy en las calles. Quienes añoran echar atrás la rueda de la historia y regresar a Nuestra América a una etapa de profundización del fracasado modelo neoliberal, tendrán que enfrentar la resistencia y la movilización combativa del pueblo de Prestes, Freire y Marighella, así como de todos los que hermanados en la Patria Grande, compartimos la lucha por la unidad latinoamericana y el establecimiento de gobiernos justos, como reales alternativas para la democracia y el bienestar de los habitantes de nuestro continente.
ESTADO MAYOR CENTRAL DE LAS FARC-EP