El vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, ha instado a Arabia Saudí a dejar de apoyar a radicales en medio de la creciente preocupación sobre la financiación de terroristas por parte del país árabe.
El tiempo de mirar hacia otro lado ha pasado. Los centros wahabíes se financian en todo el mundo gracias a Arabia Saudí, ha advertido este domingo el también jefe del Partido Social Demócrata (SPD, por sus siglas en alemán), al indicar que gran parte de los extremistas, que Alemania considera como una amenaza, provienen de estas comunidades.
Por este motivo, Gabriel ha pedido que se tomen medidas decisivas contra los centros wahabíes, y el radicalismo que surge de los centros construidos por el régimen de Al Saud y que no es "menos peligroso que el extremismo de derecha".
Poco antes a la publicación de las declaraciones del político en el rotativo dominical Bild am Sonntag, el líder parlamentario del SPD, Thomas Oppermann, también advirtió contra la propagación del wahabismo en Alemania, que a su vez indica es el origen de la ideología del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
Oppermann también ha declarado al diario alemán Welt am Sonntag que, teniendo en cuenta la financiación de Arabia Saudita, la Oficina Federal para la Protección de la Constitución debe seguir de cerca este tipo de actividades.
Esta poco habitual crítica por parte del país europeo, se produce tras la publicación de un informe del Servicio Federal de Inteligencia de este país (BND, por sus siglas en alemán) el pasado miércoles, que denuncia el intervencionismo de Arabia Saudí en países de Asia Occidental, como en Yemen, como desestabilizador del mundo árabe.
Un ciudadano de Saná (capital de Yemen) llora la pérdida de su familia en un ataque aéreo de cazas saudíes.
Un día después de que este documento se hiciera público, el propio Gobierno alemán denunció a su agencia de Inteligencia, la BND, por revelar la política desestabilizadora de Arabia Saudí en Oriente Medio y un portavoz de la Cancillería se apresuró a declarar que tal evaluación "no refleja la postura del Gobierno de Berlín" respecto a Riad.
Según los analistas, los edictos religiosos (fatwas) de los clérigos wahabíes preparan el terreno para que los grupos terroristas perpetren sus crímenes en la esfera mundial, sobre todo en países como Irak y Siria.
Por una parte, Arabia Saudí empezó el pasado 26 de marzo una campaña militar contra Yemen, sin el aval de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero con la luz verde de EE.UU., con el fin de restaurar en el poder al fugitivo expresidente yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, un aliado de la monarquía de Al Saud.
Riad, asimismo, proporciona ayuda financiera y militar a varios grupos armados en Siria, con el fin de derrocar al presidente de Siria, Bashar al-Asad.
Hispan TV