Carta al Defensor del Menor en Madrid

DEFENSOR DEL MENOR c/Serrano 110 28006-MADRID

Benidorm, 20 de julio de 2005

Estimado señor:

Nos dirigimos a usted para expresarle nuestra gran preocupación por la campaña de promoción de las Escuelas Taurinas infantiles que están llevando a cabo Diputaciones Provinciales españolas, desde donde se envían carteles y cartas a los centros escolares de las respectivas comunidades para fomentar que los niños a partir de su más tierna infancia se apunten a estas escuelas en las que se les enseña la forma de clavar espadas y meter banderillas, entre otras cosas, y se les inculca la práctica de la crueldad con seres vivos, acostumbrándoles a ver brotar sangre con la mayor naturalidad.

Es de destacar que en aras de la economía, algunas escuelas taurinas incluso llevan a los niños a practicar a los mataderos, donde las pobres reses maniatadas que están esperando su camino final, son utilizadas para que los aspirantes a toreros se ensañen con ellas.

Por citar un ejemplo, en la ciudad de Valencia la Diputación ha enviado hace unos meses a todos los centros escolares de la Comunidad, carteles y cartas animando a los niños de 10 a 18 años a inscribirse en estas escuelas, documentación que acompañamos a este escrito.

Esta situación es motivo de gran preocupación para los ciudadanos responsables, ya que los niños por su falta de madurez física y mental, necesitan protección y cuidado especiales, frente a toda circunstancia perjudicial para su bienestar y educación.

En el caso que planteamos, la asistencia del menor a este tipo de escuelas hace posible que piense que no es malo herir y matar animales, que se vuelva insensible al dolor y a los gemidos de las víctimas, además de propiciar conductas agresivas adquiridas en un medio desfavorable, resultantes de una educación defectuosa, por lo que consideramos fundamental la eliminación de estas escuelas que atentan contra la seguridad e integridad mental y social del menor..

Consideramos que esta cuestión es lo suficientemente grave como para que solicitemos su intervención, ya que entendemos que la propia Administración (Diputaciones Provinciales) incumple el deber que le compite de garantizar el derecho de los menores a recibir una educación digna al fomentar estas actuaciones extraescolares que les pueden ocasionar graves trastornos en su salud síquica y mental.

Arturo Pérez Presidente ACTYMA

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