LA "CORTE IMPERIAL" EN MAR DEL PLATA

Durante la próxima reunión de presidentes en el extremo sur americano, la "Casa Blanca II" funcionará como en Washington DC, con un monitor sobre Irak y otro en la actualidad de los Estados Unidos y el mundo en general, al tiempo que conocerá el pensamiento crítico de los postergados vecinos de más allá de la frontera mexicana. Washington DC (INPA) El gobierno de los Estados Unidos desarrollará sus actividades a pleno, sin complicaciones, con la confianza de siempre, en el otro extremo del continente, durante dos días, cuando el presidente George W. Bush concurra en noviembre, acompañado por unos 2000 funcionarios, a la "Cuarta Cumbre de las Américas", en Mar del Plata, Argentina, aseguraron aquí fuentes cercanas al Departamento de Estado y la Casa Blanca. Desde ese balneario frente al Océano Atlántico se informó, además, que la delegaciòn estadounidense - la mayor de los 34 países que asistirán - reservó en su totalidad el amplio "Hotel Sheraton", desde donde generalmente se observan naves de la Armada argentina y algunos sumergibles negros en la Base de Submarinos. Bush, sus asesores y el personal de seguridad, designarán un piso completo para acondicionarlo como"Work Room" (Sala de Trabajo o Sala de Situación) para seguir manejando desde allì algunos de los asuntos mundiales que le atañen a su gobierno que, en realidad, actualmente, son casi todos. El jefe de la Casa Blanca pasará la noche del viernes 4 al sábado 5 en algún rincón de ese hotel, a menos que sea uno de sus dobles el que lo hace, mientras el verdadero Bush descansa en el avión "Fuerza Aérea Uno", estacionado en el Aeropuerto Internacional de Mar del Plata o en alguna nave de los Estados Unidos que se acerque para la oportunidad. Informes recibidos desde la Argentina señalan que los encargados de la seguridad de Bush - los que irán desde esta capital más los 5000 o 7000 que se sumarán a partir de los primeros días de noviembre -, tienen dos maneras de trasladar al mandatario al "Hotel Hermitage", lugar donde se tratará el tema de la reunión: "Crear Trabajo para Enfrentar la Pobreza y Fortalecer la Gobernabilidad Democrática". Una, la ruta terrestre, en caravana automovilística, en la que la limusina blindada de Bush sería difícil de identificar y demandaría más tiempo. Asimismo, el mandatario podría ser testigo de las manifestaciones que preparan en su contra diversas agrupaciones disconformes con la actuación de los Estados Unidos en varios lugares: Irak, Cuba, Venezuela... La otra, es hacerlo abordar cada vez un helicóptero que sería custodiado en el aire por cuatro más. El aparato descendería en el asfalto de una pequeña pista justo enfrente del "Hotel Hermitage", con lo cual, sólo quedaría a salvar una exposición al aire libre de un centenar de metros, repleto de policias, gendarmes con perros, bomberos, ambulancias... Como se anunció, intervendrán países con enormes riquezas petroleras - México, Venezuela -, aunque con desigualdades sociales; otros con grandes producciones de alimentos - Argentina -, pero con inmensa deuda externa; otros mineros - Perú, Bolivia-, con poblaciones pobres; otros con regiones sin explotar o que son reservas del planeta - Brasil -, de nuevo con problemas políticos; y aquellos que se fueron quedando en la negra historia continental, como Haití. Entre los temas a debatir figura el de crear más fuentes de trabajo, vinculándolo con los principios de libertad, justicia, seguridad y protecciòn social. En este punto, el anfitrión, según informes de Buenos Aires, se halla en falta, ya que la desocupación en ese país de casi 40 millones de habitantes, oscila entre el 15% y 20%, hay grandes sectores postergados, como el de los jubilados, y los niños indigentes de corta edad, apenas si son protegidos. Otro tema será el de combatir la desigualdad y la pobreza, el hambre y la exclusión a fin de elevar el nivel de vida de los pueblos americanos, aunque costará mucho que se acerquen al de los dos hermanos ricos del norte de América: Canadá y los Estados Unidos. En este capítulo se espera que algún disertante levante su voz para recordar que ni la "Alianza para el Progreso", impulsada por John F. Kennedy o el "Nuevo Diálogo", sugerido por el entonces poderoso Secretario de Estado Henry Kissinger, en la reunión de la OEA, en Atanta, Georgia, en 1974, y otros programas continentales anunciados, ayudaron, hasta ahora, para morigerar aquellas enfermedades, en algunos casos, crónicas, como el caso del mencionado Haití. Estas cumbres - a las que Cuba no pudo asistir por estar suspendida en la OEA-, están cumpliendo su undécimo aniversario: la primera fue en Miami, Florida (1994), la segunda en Santiago de Chile (1998) y la tercera en Quebec, Canadá (2001)

INPA

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