EUA vai ter uma guerra económica com a RP China

Estados Unidos se encamina a una guerra económica con China

Al término de la Tercera Sesión de la XIº Legislatura de la Asamblea Nacional del Pueblo, el 14 de marzo, el Primer Ministro chino, Wen Jiabao, ofreció una conferencia de prensa, en la que respondió a las críticas de un grupo de congresistas, economistas y medios de prensa de Estados Unidos, en la que acusan a China de practicar un “dumping”comercial, al mantener presuntamente su moneda subvaluada.

El gobernante chino defendió la tasa de cambio fija entre el yuan renmimbi y el dólar y acusó a Estados Unidos de haber lanzado al mundo a una crisis económica y financiera mundial, al estimular la gran especulación del sector financiero y no tomar aun medidas ahora para controlar a este sector.

"Nos oponemos a la práctica de presionar a los países a tomar medidas enérgicas para apreciar sus monedas", dijo Wen a los periodistas presentes en el Gran Palacio del Pueblo.

Durante la conferencia de prensa, el Primer Ministro criticó a la administración de Obama por prohibir las exportaciones estadounidenses de productos de alta tecnología a China, que –dijo- ayudaría a equilibrar el comercio bilateral. Estados Unidos prohibe estas exportaciones argumentando que Pekín puede utilizarlas con fines militares.

El año pasado, agregó el funcionario, las exportaciones de la Unión Europea cayeron un 20,3 por ciento en general, pero las exportaciones a China sólo se redujeron en 15,3 por ciento. De Alemania, mientras tanto, sus exportaciones a China alcanzaron un máximo de 76 mil millones de euros (104,6 mil millones dólares).

Las exportaciones de EE.UU, con el resto del mundo, continuó Wen, cayeron un 17 por ciento el año pasado, pero las exportaciones a China sólo se redujeron en un 0,22 por ciento.. En enero, el déficit de la balanza comercial China-Estados Unidos fue de 20 mil millones de dólares.

Wen también expresó su preocupación por la seguridad de las tenencias del Tesoro chino de bonos del Tesoro de EE.UU.

"Cualquier fluctuación en el valor de la moneda de EE.UU. es una gran preocupación para nosotros", dijo Wen. "No podemos permitirnos ningún error, por leve que sea, cuando se trata de nuestros activos financieros".

China tiene 2.4 billones de dólares de reservas pero ha invertido 895 mil millones en bonos del tesoro de Estados Unidos, o sea, el 37.3% de las mismas. China es el principal acreedor de Estados Unidos. Al financiar el déficit de Washington le ha permitido a éste estimular el consumo, durante los dos gobiernos de Bush, y ahora, el plan de estímulo fiscal aprobado por Obama para amortiguar los efectos sociales de la crisis. Desde luego, también financia gran parte del presupuesto militar.

“Trampa de liquidez”

No obstante los datos que proporciona la economía estadounidense revelan que las tasas de interés del crédito, próximas a cero, ni la política fiscal expansiva, han sido eficaces para reducir la desocupación y reactivar la economía. Los economistas neokeynesianos sostienen que Estados Unidos, el Japón y la Unión Europea se encuentran en una “trampa de liquidez”.

Esta categoría fue señalada por Keynes en 1936 y objeto de elaboración más profunda por John Hicks en su libro, publicado el año siguiente, “Keynes y los clásicos, una interpretación econométrica”. Los economistas clásicos consideraban que bastaba el crédito barato y el ahorro para invertir y así reactivar la economía, sin caer en el déficit fiscal. Keynes sostuvo la tesis –y Hicks la describió teóricamente al introducir el modelo IS-LM- que cuando caen los precios por debajo de su nivel histórico (deflación) y la tasa de interés, aun próxima a cero, es positiva, la ganancia del empresario será negativa, captando los bancos parte de su capital. En consecuencia, no invertirá.

El camino de salida, indicado por Keynes es un mayor gasto del Estado y la reducción de impuestos, sin poner atención en el déficit, recurriendo a la emisión monetaria. Fue la política adoptada por el Ministro de Finanzas de Hitler, Hyalmar Schacht, en la década de los ’30. Un inflación moderada, combinada con una tasa de interés nominal próxima a cero, dejaba una utilidad real al inversor.

Sin embargo, esto todavía es insuficiente porque ningún inversor puede aventurarse sin tener clara una expectativa de crecimiento económico y esta seguridad la debe proporcionar el Estado, lanzando su propio plan de inversiones. La crisis en Alemania y en Estados Unidos, originada en 1929, sólo fue superada por las gigantescas inversiones del Estado en la industria militar, que generaron pleno empleo y la recuperación de la capacidad adquisitva de la población, cuyo desideratum trágico fue la Segunda Guerra Mundial.

Los problemas de Obama .

El Presidente Obama tiene problemas mucho mayores que los que tuvo Franklin Roosevelt, cuando llegó al gobierno en enero de 1933. La política monetaria y el enorme déficit fiscal no han dado resultado. El salvataje del Estado ha ido principalmente a los bancos pero las deudas de los norteamericanos están cercanas al 100% del Producto Bruto Interno (14 billones de dólares) y el desempleo está en los dos dígitos. Por ello, la demanda no repunta y el Congreso no está dispuesto a votar más “estímulos” fiscales. Además, Estados Unidos está perdiendo dos guerras, en cualquier momento puede estallar otra con Paquistán, su comercio es deficitario con los principales mercados del mundo y rápidamente se fortalece la economía de China que es su rival estratégico más importante.

Como presunta solución a esta crisis, ahora, ha resuelto plantearle a China la guerra económica, amenazando con emitir moneda sin freno, provocar la deflación de su deuda externa y “quemar” casi el billón de dólares que le debe a China.

Neoliberales republicanos y neokeynesianos demócratas contra China

El Premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman, apoya esta tesitura.

En un artículo que publicó en su columna del “New York Times”, el lunes 15 de marzo, en respuesta a las declaraciones hechas el día anterior por Wen Jiabao dejando claro que China no sobrevaluará su moneda, para facilitar las exportaciones norteamericanas, expresa que si la subvaluación del yen renmimbi es del 25%, como sostienen algunos institutos de investigación económica, Estados Unidos debe gravar las importaciones de China con un 25%. Si en represalia, China vende sus activos en dólares, Estados Unidos no debe preocuparse pues la Reserva Federal puede comprarlo, emitiendo dinero. Y agrega “El valor del dólar caería frente a otras monedas importantes, tales como el euro. Pero eso sería una buena cosa para los Estados Unidos, ya que haría de nuestros productos más competitivos y reduciría nuestro déficit comercial. Por otra parte, sería algo malo para China, que sufriría grandes pérdidas en sus tenencias de dólares. En resumen, ahora Estados Unidos tiene a China a su merced, y no al revés”.

A la desesperación del Imperio por mantener su hegemonía, que arrastraría en su caída a todo el mundo, se agregan las últimas provocaciones hacia China como la reanudación de la venta de armamento a Taiwan, en violación de tratados que Washington viene firmando con Pekín desde 1972 y la recepción de Obama al Dalai Lama, el conocido ex terrateniente y autoproclamado “vicario divino” del Tibet.

Ruiz Pereyra Faget

Montevideo

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Author`s name Timothy Bancroft-Hinchey
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