LAS ARMAS DE LA CUMBRE AMERICANA

Mar del Plata, Argentina (INPA) El almacén general de armas más importante de la República Argentina, comenzó a formarse aquí para resguardar a los 34 presidentes que asistirán a la "Cuarta Cumbre de las Américas", encabezados por el anfitrión, Néstor Kirchner, y la estrella máxima del encuentro, el Jefe de la Casa Blanca, George W. Bush.

Muchos argentinos se preguntan el porqué de este surtido arsenal, si todos los mandatarios fueron elegidos democráticamente y, por tanto, no deberían tener enemigos o temer atentados. El líder de Cuba, Fidel Castro, no participará, como también sucedió en las tres cumbres anteriores, debido a que ese país sigue suspendido en la Organización de Estados Americanos (OEA)

Pistolas automáticas, revólveres, ametralladoras, morteros, obuses, granadas, bombas de gases lacrimógenos, carabinas, fusiles, manoplas, bastones (de hierro y de madera), aguijadas con puntas eléctricas, como así chalecos antibalas, cascos con viseras inastillables, son algunas de las armas menores que utilizarán los casi 10.000 agentes de seguridad, de civil y uniformados que, además, tendrán perros amaestrados a su disposición, como así información satelital sobre movimientos raros de la población estable o visitante.

Desde las alturas o de los sótanos del "Hotel Hermitage", donde se realizarán las reuniones, la seguridad estará a cargo de un militar venido del Pentágono, de Washington DC, que estará acompañado por un Jefe de la Fuerza Aérea Argentina y otros asesores estadounidenses, algunos con experiencia en la invasión a Panamá, la Guerra del Golfo y la ocupación de Irak.

El "Hotel Sheraton", totalmente alquilado por la delegación de los Estados Unidos, se convertirá en una isla inexpugnable protegida por diversas clases de misiles, helicópteros artillados y un radar especial, proporcionado por la NASA, para detectar aviones cuando estén a muchos kilómetros de distancia.

Si por tierra y aire será imposible acercarse a ese hotel, por las aguas del Océano Atlántico tampoco resultará posible, ya que enfrente está la rada con naves de guerra argentinas y, un poco más allá, la Base de Submarinos.

Una versión, no confirmada por la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires, señaló que de Norfolk, Virginia ya salió, hacia el sur del continente, un submarino atómico que se estacionaría esa semana a poca distancia de la costa argentina.

Su presencia aquí podría tener dos fines: a) serviría de dormitorio a Bush las noches del 3, 4 y del 5 de noviembre próximos , y, b) se utilizaría como vehículo de escape y sede del gobierno sumergido, ante el menor atisbo de que el "Hotel Sheraton" pueda ser el "Capítulo II" de lo ocurrido a las Torres Gemelas de Nueva York.

Si Bush usa el sumergible nuclear como hospedaje, ocuparía el camarote del capitán, situado al lado del puesto de mando, la sala del periscopio y la cámara de oficiales. En caso de un ataque, como el citado, su avión "Fuerza Aérea Uno" (que funciona como "Oficina Oval Aérea"), regresaría sin él a Washington, desde el Aeropuerto Internacional de Mar del Plata.

En ambos casos, como es costumbre, Bush estará acompañado por altos Jefes del Departamento de Defensa, teniendo siempre cerca las ya famosas carpetas y tarjetas plásticas que contienen las claves y secretos del "Santabárbara Nuclear" de los Estados Unidos, con nidos de cohetes a control remoto en casi todos los rincones de la Tierra.

Los argentinos no recuerdan otro conjunto de medidas de seguridad similar, ni siquiera cuando los visitó el presidente de los Estados Unidos Dwight Eisenhower hace cincuenta años.

El Comandante Supremo de las Fuerzas Aliadas durante la Segunda Guerra Mundial, conocido popularmente como "Ike", recorrió sonriente, en un automóvil descubierto, las repletas avenidas de Buenos Aires, mientras recibía las flores azules arrancadas de los vecinos jacarandaes. Hoy, difícilmente Bush vaya a recibir esas muestras de afecto. Aunque aquel general cinco estrellas tampoco fue un santo en lo que a Latinoamérica se refiere.

De manera que, por una semana, este balneario frente a Montevideo y a 400 kilómetros de Buenos Aires, la Capital Federal, verá pasar las armas más modernas con que cuenta hoy el ser humano, los sistemas de comunicación más sofisticados y los guardaespaldas mejor entrenados del mundo.

Paralelamente, algunas voces de los pueblos postergados en las tres Américas y el Caribe - que harán aquí una "Contra Cumbre"-, se siguen preguntando si lo que está ocurriendo habría tenido lugar de haberse entendido en Guayaquil, en 1822, los Libertadores José de San Martín, de la Argentina, y Simón Bolívar, de la Gran Colombia, para crear una América hispana unida, sin fronteras.

Y, en 1826, se desperdició otra oportunidad, cuando Bolívar convocó al Congreso de las Repúblicas Americanas (Congreso Anfictiónico de Panamá) del que participaron delegados de México, Centroamérica, Colombia, Perú, Bolivia y Chile. En la actualidad, al sur del Río Grande - Río Bravo, se está pagando, de una u otra forma, aquellos egoísmos, desavenencias, desacuerdos y falta de proyección histórica.

Esto último fue lo que no le faltó a los Estados Unidos cuando, a partir de 1861, se metieron, durante cuatro sangrientos años, en la Guerra de Secesión.

El resultado permitió el surgimiento conjunto del sur y del norte, para seguir sumando estrellas - algunas muy discutidas-, a la bandera, y convertirse en la mayor autoridad mundial, la que ahora viene a mostrar sus cartas en territorios olvidados.

Empero, hay señales de que, de a poco - por lo general con inmensos costos sociales-, el conjunto de países iberoamericanos se va despojando de la insultante etiqueta de "Patio Trasero" del potentado.

INPA

Subscrever Pravda Telegram channel, Facebook, Twitter

Author`s name Pravda.Ru Jornal
X