LOS AMERICANOS QUE VIVEN CON UN DÓLAR DIARIO

¿Qué se puede comprar aquí con un dólar? ¿Un puñado de porotos, dos panes y cien gramos de azúcar?¿O nada de esto, para poder invertir ese "capital" en vino tinto y olvidarse del hambre y la miseria? En la reciente "Cuarta Cumbre de las Américas" que se realizó en Mar del Plata, Argentina, con la idea de "crear trabajo", circularon cifras de pobreza que son estremecedoras vis a vis con el caviar, salmón y champaña que salpicaron los finos manteles de tres docenas de presidentes y sus numerosas comitivas, y que aumentaron la gigantesca deuda externa del país anfitrión. Manuel Fuentes, alias "El Colo Colo", un pescador de esta zona, quien en tiempos mejores fue minero del hierro y el cobre, es uno de las 80 millones de personas que en Latinoamérica y el Caribe viven con menos de un dólar diario. Si tiene suerte, y consigue más changas como peón de albañil, quizás las estadísticas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) eleven su status a otro grupo más solvente: el de los 220 millones de individuos que morigeran su calamidad con menos de dos dólares diarios. Así, "El Colo Colo" es parte, sin saberlo, de otros cálculos preocupantes de la OIT: que siete de cada diez nuevos trabajos son creados en el sector informal en la América Latina desde 1990. Otros números nos dicen que desde que terminó la Segunda Guerra Mundial y hasta 1980, la pobreza atacaba al 35% de los hogares de Latinoamérica. Hoy, pese a que el hombre llegó a la luna y diversos rincones del espacio, inventó innumerables comodidades y hay alimentos disponibles....¡la cifra llega al 48%! Puntualizó un informe de la OIT: "Según el Banco Mundial, el 10% más rico de los habitantes de América Latina y el Caribe, recibe el 48% de los ingresos totales, mientras que el 10% más pobre sólo el 1,6%. Seguimos siendo la región con más desigualdad en el mundo y la desigualdad en el acceso a la riqueza, al crédito, a la educación de buena calidad y a las nuevas tecnologías, genera menor tamaño de mercados internos, menores tasas de ahorro nacional, menos competitividad y mayores dificultades para la gobernabilidad democrática.". Este fue otro de los temas en aquella improductiva Cumbre. La "Comisión Económica para América Latina y el Caribe" (CEPAL), tampoco proporciona alivio con sus números, y postula que "un crecimiento económico que no cambie la distribución del ingreso no influirá lo suficiente en la mejora de los niveles de vida de quienes viven en la pobreza". ¿Y qué dice la ONU? ¡Que en la región hubo un aumento de la desigualdad! Y que Argentina, la rica en carne y cereales, y la "petrolera" Venezuela, estuvieron entre los países que sufrieron incrementos en las desigualdad de manera más rápida en la década de 1990. La ONU agregó que las políticas de comercio actuales afectan las perspectivas para la reducción de la pobreza en Latinoamérica y el Caribe:" Las prácticas proteccionistas y los subsidios agrícolas en los países desarrollados han llevado a la baja en la productividad agrícola y, sucesivamente, en los ingresos agrícolas". En 2004, en Latinoamérica y el Caribe, la reducción de la pobreza fue mínima, se agudizaron las diferencias y aumento el desempleo regional urbano, del 6% en 1980 a casi el 11%. Y la CEPAL no da respiro al referirse a las Tendencias Regionales que incluyeron a) la debilidad del crecimiento incidió en la baja generación de empleo, y, b) informalidad, precariedad, migración. Todo lo anterior enmarca el inestable pasar diario de "El Colo Colo", pero la penosa costumbre le sirvió de vacuna para sus carencias. Pero eso sí, se siente rico con la aurora y el crepúsculo, allá, en el fondo del Pacífico, mientras sostiene el vaso de alcohol en su mano derecha que tiene sólo tres dedos. Verónica Hamuy INPA